El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha afirmado hoy que el recién nombrado gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero es "continuista" tanto en nombres como en políticas. Rajoy, que ha participado en Córdoba en un acto con apoderados e interventores de su partido durante las pasadas elecciones generales, ha señalado que esta ocasión espera que el Gobierno no "equivoque las prioridades" y se ocupe "de las necesidades reales de los ciudadanos". En este sentido, ha subrayado que el Gobierno debe ocuparse y atender las "economías familiares" y asuntos como los precios, las hipotecas, el empleo y la estabilidad del mismo, así como de la inmigración y de la seguridad ciudadana.

Rajoy ha dicho que exigirá responsabilidades al Gobierno si no se ocupa de las necesidades reales y ha recalcado que "las prioridades de esta legislatura tienen que ser mejorar la vida de los españoles" porque en los últimos cuatro años se ha centrado en temas "que no le importaban a nadie y sólo han generado tensiones". En este sentido, ha resaltado que la economía española atraviesa una situación de "incertidumbre" y que las medidas de Zapatero "no sirven para resolver los problemas ni para generar confianza", por lo que el PP presentará antes del verano un conjunto de medidas basadas en bajar los impuestos de sociedades y sobre la renta para afrontar la crisis y atender las economías familiares.

Además, ha subrayado la necesidad de que se produzcan cambios en el sistema judicial para evitar que se repitan situaciones como las del caso Mari Luz o el último suceso de violencia machista en Guadalajara, porque en su opinión, es una burla que "ocurran estas cosas" y que se trate "a los ciudadanos como gentes sin categoría de ciudadanos".

El presidente del PP ha reiterado también que su partido cumplirá con su obligación constitucional de controlar al Gobierno y ha recalcado que hay cuestiones que en "un país civilizado y una democracia avanzada" tiene que haber acuerdo de los partidos nacionales. Ha subrayado su deseo de que ésta sea una legislatura donde se hable de opiniones y de formas distintas de ver las cosas aunque quiere "que en los grandes asuntos se produzcan acuerdos". También ha resaltado su deseo de que España sea una nación de ciudadanos libres e iguales, "vivan donde vivan y sean de la condición que sean".

Rajoy se ha referido también al debate sobre el agua y ha afirmado que si el actual Gobierno no hubiera hecho nada "no estaríamos hablando del agua" porque "se habría resuelto el problema con dejar que el Plan Hidrológico Nacional llegara a buen término". Ha dicho también que el Gobierno socialista "liquidó unilateralmente este proyecto" generando problemas de agua en Andalucía, Cataluña, Aragón, Murcia, Castilla-La Mancha y Madrid.

Rajoy ha precisado que está a favor de que los ciudadanos de Barcelona tengan agua pero también lo está de que la tengan ciudadanos de otras comunidades por lo que exigió un plan nacional "con reglas de juego claras y que diga que el agua es de todos", porque si se hacen las cosas bien "en España sobre agua".

Por su parte, el presidente del PP de Valencia, Francisco Camps, ha subrayado que el nuevo ejecutivo "nace mal" si el próximo lunes "pacta parte del trasvase para una parte de España y la sigue negando a otras". Ha indicado también que si Zapatero se "humilla" ante los intereses de una parte del país habrá puesto una legislatura en "falso" y con un nuevo Ministerio de la Igualdad que es "una falacia". En su opinión, Zapatero necesita "más que una ministra de Igualdad una asesora de igualdad" porque "ha tratado de forma desigual a todos los españoles".