Mariano Rajoy parece haber aprendido una lección de su segunda derrota en las urnas: en los inicios del siglo XXI, la imagen, la forma, cuenta tanto como el contenido. Así, el líder del PP dedica buena parte de su tiempo a dibujar un partido que, sin renunciar a sus esencias, deje atrás esa pátina de dureza que le ha salido tan cara: ha pagado en votos y ha perdido una parte del crédito del que gozaba en su propia organización.

Confirmado el adiós de Eduardo Zaplana y Angel Acebes, Rajoy tiene una oportunidad para buscar nuevos rostros o, en su defecto, repescar algunos ya conocidos, pero no asociados por la opinión pública al ala más dura. Tiene esa puerta de salida y parece decidido a atravesarla, especialmente después de creer superado el primer asalto de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que amagó con disputarle el liderazgo en el partido. De hecho, Rajoy ya lanzó un aviso a navegantes el pasado 31 de marzo, aprovechando el discurso que pronunció ante su junta directiva nacional: "Debemos actuar con inteligencia para impedir que el PSOE se convierta en refugio de los recelos que, todavía, provoca nuestro partido, especialmente en algunos territorios", enfatizó.

Cuando faltan seis semanas para que se celebre en Valencia el XVI congreso del partido, algunos nombres ya están tachados de la lista: además del expresidente balear Jaume Matas y del hasta hace un año líder del partido en Cataluña, Josep Piqué, que abandonaron el barco antes de las generales, recientemente han renunciado el exportavoz en el Congreso Eduardo Zaplana y el secretario general, Angel Acebes.

CANTOS DE SIRENA El presidente del PP no está dispuesto a escuchar los cantos de sirena que le han lanzando algunos veteranos del partido para que cuente con ellos. Hace unos días, el todavía portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, solicitaba que se atendiese la opinión de políticos como José María Aznar, Francisco Alvarez Cascos y Rodrigo Rato a la hora de buscar fórmulas para tratar de superar la crisis que vive el PP. Rajoy recuerda que la mayoría de los pata negra del partido (con la excepción de Mayor Oreja) se han retirado por voluntad propia y para dedicarse a la empresa privada.

Por el momento, Rajoy ha escogido a Soraya Sáenz de Santamaría para sustituir a Zaplana como portavoz en el Congreso. En el grupo popular, están como parlamentarios rasos Manuel Pizarro o Juan Costa. En el Senado, Pío García-Escudero repite como portavoz, aunque su nombre siga estando en las quinielas para ocupar la secretaría general, junto a otros como Javier Arenas o Costa. Además, como Rajoy ya ha confirmado que recuperará la figura del portavoz del PP, todas las miradas se dirigen hacia Esteban González Pons. Los expertos en cábalas del PP incluyen en el palco de cercanos a Rajoy a Cristóbal Montoro (que llevará economía), Jorge Moragas, José María Lasalle, Ana Mato o José María Michavila. El líder, además, mantendrá en nómina a sus dos asesores externos, Pedro Arriola y Antonio Sola.