El alcalde de Madrid, el popular Alberto Ruiz- Gallardón, echó ayer un capote al líder del PP, Mariano Rajoy, al reconocerle el "gran mérito" de mantener "un discurso abierto y una actitud de moderación" tras los atentados de Al Qaeda y los resultados electorales del 14-M.

Con estas declaraciones, efectuadas en el foro Tribuna Barcelona, Ruiz-Gallardón pretendió desmontar la interpretación de que Rajoy le ha encargado a él precisamente el discurso inaugural del próximo congreso del PP con el fin de emprender un nuevo giro al centro y soltar lastre con la etapa de José María Aznar.

VINCULO DE LEALTAD En el coloquio, Gallardón atribuyó a Rajoy el valor de haber superado la "tentación" de "refugiarnos en la nostalgia y en actitudes más radicalizadas" después de que el PP iniciara la travesía del desierto tras el 14-M. El alcalde de Madrid desmintió que la formación conservadora se disponga a hacer ahora un "giro al centro": "No necesitamos eso, sino decirle a la ciudadanía que somos el partido de centro al que otorgaron su confianza en dos ocasiones", precisó.

El dirigente popular expresó su "gratitud y lealtad" a Rajoy por haberle encargado la elaboración del discurso inaugural del 25º congreso que el PP celebrará en Madrid los próximos 1, 2 y 3 de octubre. Citando al filósofo Ortega y Gasset, el alcalde de Madrid subrayó que "la distancia más corta entre dos corazones es la lealtad" y que, por tanto, y a pesar de la "libertad de expresión" que dijo haber tenido "siempre", nunca se ha roto ese "vínculo de lealtad" entre él y el PP.

En un aparte previo al almuerzo-coloquio en el Hotel Ritz, Ruiz-Gallardón descartó que la invitación a pronunciar el discurso inaugural del congreso sea una maniobra para neutralizarle como alternativa al liderazgo del partido: "No se puede neutralizar lo que no ha existido".

"ATIPICO Y DISCOLO" Fue el alcalde de Barcelona, el socialista Joan Clos, el encargado de presentar en Tribuna Barcelona a su homólogo madrileño, a quien definió como un político "atípico" y "díscolo", uno de esos hombres públicos "dialogantes e inteligentes que sintonizan con la realidad". Durante su conferencia, que llevaba por título Madrid, sociedad abierta: capitalidad y calidad de vida , Ruiz-Gallardón desmontó, con cifras y ejemplos, el tópico de un Madrid definido como "ciudad sin alma" o "poblachón manchego lleno de subsecretarios", una capital de la que los agoreros presagiaban una pronta defunción con la España de las autonomías que se inauguró en 1978: "Madrid no sólo no ha salido perjudicada por la descentralización, sino que ha emergido beneficiada".

LAS GRANDES CIUDADES Por otro lado, el alcalde de Madrid también abogó porque las grandes ciudades puedan hacer oír su voz en el Senado, sin que sea necesario que tengan voto. En el aspecto financiero, reclamó "una mayor participación en los impuestos especiales del Estado", de acuerdo con la capacidad motora de las respectivas economías urbanas.

Respecto a la eterna rivalidad Madrid-Barcelona, Ruiz-Gallardón se desmarcó. "Antes que competir, ambas ciudades han de cooperar", dijo.