Mariano Rajoy cree que el Gobierno es débil con Venezuela por el supuesto entrenamiento militar que Igor Cubillas, miembro de ETA y trabajador en el Ministerio de Agricultura del país caribeño, ha impartido a otros integrantes de la banda. Y dicha blandura, en su opinión, puede conllevar que el Gobierno de Hugo Chávez no tome en serio la reclamación del Ejecutivo para que Cubillas sea destituido: "Corremos el riesgo de que se nos tome por el pito del sereno. Si hay unos miembros de ETA entrenándose para matar en Venezuela, no podemos mirar hacia otro lado".

Sus palabras fueron contestadas por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. "La colaboración con otros países no puede ser un arma arrojadiza en la confrontación partidista", dijo en un acto en el que le acompañó Angelino Garzón, vicepresidente de Colombia, país en el que el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, investiga los presuntos nexos entre ETA y las FARC.

Venezuela ya ha anunciado que investigará a Cubillas, algo que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero consideró ayer "adecuado". Sin embargo, dos asociaciones de policías y otras dos de jueces sostuvieron que esta investigación pretende obstaculizar y sembrar dudas sobre las pesquisas llevadas a cabo por la Audiencia Nacional.