El presidente del PP, Mariano Rajoy, quiere reformar la actual ley electoral para que en las autonomías y ayuntamientos gobierne la lista más votada o haya una segunda vuelta, al estilo francés. Rajoy quiere llegar a un acuerdo con el PSOE sobre esta cuestión por entender que "es evidente" que una reforma de este tipo requiere un pacto entre los dos grandes partidos.

Rajoy defendió ayer su propuesta en un acto protagonizado por Alberto Núñez Feijóo, líder del PP gallego que, pese a ser el más votado --a un escaño de la mayoría absoluta--, no logró la presidencia de Galicia por un pacto entre el PSOE y el BNG.

El líder de los populares quiere incorporar esta cuestión al programa con que concurrirá a las elecciones del próximo año. Asegura que en la sociedad hay un debate sobre el hecho de que "partidos que quedan a una distancia sideral del más votado, al final terminen gobernando". A juicio de Rajoy, el "excesivo peso de los minoritarios" puede ser una de las causas de "la excesiva abstención" electoral.

La posibilidad de un acuerdo con el PSOE se ve dificultada debido a que la Constitución establece en su artículo 68.3 que el Congreso ha de elegirse por sistema proporcional. El artículo 152.1 fija el mismo sistema para la elección de los parlamentos autonómicos, de forma que quedan al margen el Senado y los ayuntamientos. Sin embargo, en este último caso, rige también el sistema proporcional. Cambiar esta fórmula obligaría a reformar la Constitución.

Los electores escogen a sus diputados y concejales y son estos los que eligen a los presidentes y alcaldes. Dar el gobierno al candidato más votado aunque no hubiera logrado mayoría absoluta desvirtuaría el sistema proporcional que obliga a los partidos a buscar alianzas. Otro factor que dificulta el objetivo de Rajoy es que cada comunidad autónoma, excepto Cataluña, tiene su propia ley electoral.