Sorpresa de última hora para casi todos: el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón no irá en la lista del PP de Madrid al Congreso. O, lo que es lo mismo, no será diputado y, por tanto, difícilmente podrá convertirse en sucesor de Mariano Rajoy en caso de que este vuelva a sufrir una derrota en las próximas elecciones.

Pero si a Rajoy, a tenor de la decisión adoptada, no le gustaba la idea de tener en el Congreso a alguien que, hace años, se permitió dejar de ser políticamente correcto para hacer públicas sus ansias de llegar a la Moncloa, menos aún aceptaba esa hipótesis Esperanza Aguirre. Ella es su principal adversaria, pese a defender las mismas siglas. Y a tanto llega la oposición de la presidenta de la comunidad y del PP de Madrid a que Gallardón vea cumplido su deseo de estar en la candidatura de Rajoy que, según da a entender la dirección popular en un comunicado, lanzó un órdago: si él iba en las listas, ella también, aunque eso significara abandonar el Gobierno regional, según la ley electoral.

Aguirre y Gallardón pusieron sus cartas de futuro en una mesa sobre la que, sin más miramientos, Mariano Rajoy dio un golpe desde el presente: no tendrán escaño ninguno de los dos.

REUNION A CUATRO El líder de los populares convocó ayer una reunión en la sede nacional del partido en la que, además de la presidenta madrileña y el alcalde, estuvo presente su secretario general, Angel Acebes. Según el comunicado que los colaboradores de Rajoy remitieron después a la prensa, tanto Gallardón como Aguirre "reiteraron" su ofrecimiento de formar parte de la candidatura de Madrid. Y es que tanto ella como él habían avisado previamente a su jefe de sus intenciones, solo que ella lo hizo en privado y el alcalde, a través de los medios de comunicación. "El presidente del PP ha agradecido a ambos su disposición y les ha comunicado su decisión de que, en estos momentos, lo mejor para los intereses generales y los del PP es que ambos continúen al frente de sus respectivas responsabilidades institucionales para las que fueron elegidos por los ciudadanos hace escasos meses", continúa dicho comunicado. Es más, desde el entorno del líder popular se añade que este ha querido dar un "golpe de autoridad" y demostrar su "independencia" a pocas semanas de unas generales, llegando a advertir a ambos de que espera contar con su "colaboración activa" en la campaña.

En este contexto, los más cercanos a Rajoy intentar vender la idea de que la decisión sobre Gallardón, pese a ser polémica, sirve para lanzar un necesario mensaje interno que llama a trabajar en pro de una victoria que, según dicen, beneficiaría a todos. "Si ganamos, ganaremos todos. Si perdemos, también perderemos todos. Conviene que nadie se olvide", aseveran.

"NO QUIERO LIOS" Lo que es obvio es que, ante situaciones de riesgo para la unidad del partido, Rajoy se ha dejado influir por las presiones de sus líderes territoriales y ha colgado el cartel de "no quiero líos", al menos, a corto plazo. Eso explica que Aguirre se haya salido con la suya y Ruiz-Gallardón, una vez más, vaya a ver frustrada la posibilidad de acariciar, si hubiera fracaso electoral, la presidencia del PP. Desde hace años los populares solo eligen candidato a alguien que cuente con un escaño en la Cámara baja, dado que facilita la labor de oposición parlamentaria contra el Ejecutivo. Otro presidente autonómico que ha visto colmadas sus expectativas es el valenciano Francisco Camps ya que, tal y como quería, no tendrá a Eduardo Zaplana de número uno por Valencia, sino que irá por Madrid.

Ahora toca dar tiempo al tiempo para ver qué réditos ofrecen las supuestas "decisiones salomónicas" del Rajoy. "Si gana, habrá unidad y hasta olvidos. Si pierde... eso es otra cosa. Habrá lío", pronostica un relevante dirigente del partido. También está por ver si Ruiz-Gallardón, el eterno aspirante a candidato, logra olvidar. Claro que, si el PP consigue derrotar a José Luis Rodríguez Zapatero, podría tener un premio de consolación, dado que para ser ministro no es imprescindible ser diputado. ¿Permitiría esa posibilidad Aguirre sin abrir otra batalla?