El PP estrena etapa. El desencanto que habita en la sede del partido desde el 9-M obliga a sus responsables, principalmente al que pretende seguir siendo el jefe, Mariano Rajoy, a apostar por el cambio. "Hay que reinventarse. Toca buscar lo nuevo y hacer que lo que no lo sea, lo parezca", se apuntaba la pasada semana desde las filas populares.

En busca de esa "nueva imagen", Rajoy ha convocado hoy en un hotel de Madrid a la junta directiva nacional del partido. Ha pasado el fin de semana preparando el discurso con el que, mal que bien, pretende explicar las razones que le llevan a quedarse al frente de su organización, pese a haber cosechado su segunda derrota consecutiva en unas elecciones generales. Lleva días buscando fórmulas retóricas con las que combatir el entendible pesimismo de los suyos, llamados a trabajar de nuevo en la oposición a un reforzado José Luis Rodríguez Zapatero.

Pero, además de apuntar que tiene un proyecto para los próximos cuatro años, Rajoy tendrá que aclarar, o al menos esbozar, las claves de dicho proyecto y los motivos por los que puede resultar ganador en los comicios de 2012. Y todo ello, aderezado con los nombres de los elegidos para ser los portavoces, en la legislatura que comienza, en el Congreso y el Senado.

OTRAS CARAS Desde que perdiera las últimas generales, Rajoy, que se sepa, ha hecho tres cosas: confirmar que volverá a optar a la presidencia del PP, irse después de vacaciones y, a su regreso, atender las opiniones de algunos dirigentes de su partido sobre lo que debería hacer de ahora en adelante. Según confesó él mismo el pasado viernes, en Calahorra (La Rioja), hace tiempo que ha seleccionado a los que le representarán en las Cortes, aunque los elegidos no lo sabrán hasta hoy.

Eso ha provocado multitud de quinielas entre sus propios compañeros. La mayoría piensa que Juan Costa, Soraya Sáenz de Santamaría y Esteban González Pons son los que cuentan con más posibilidades para sustituir en el Congreso a Eduardo Zaplana, que ha decidido pasar a segunda fila. Tampoco se descarta a Manuel Pizarro, José María Michavila o Ignacio Astarloa.

Para el Senado, se intuye la continuidad de Pío García Escudero, salvo que sea llamado a responsabilidades mayores. En cualquier caso, se pregunte a quien se pregunte en el PP, se piden y se esperan cambios. Caras nuevas. Y se da por sentado que el hasta ahora secretario general, Angel Acebes, dejará de ser uno de los rostros más mediáticos. Junto al esperado discurso del líder y el final de la incógnita sobre los portavoces --también se fijará a los responsables de las mesas de las Cámaras--, en la reunión de hoy se convocará el próximo congreso del partido, que será el empujón final para la redecoración del PP.

CITA PARA LA RENOVACION De momento, Rajoy aprovechará la junta para nombrar al responsable de organizar el cónclave y a sus ponentes. Los entendidos dicen que los que resulten señalados estarán llamados en meses venideros a formar parte de la cúpula popular. Esas mismas fuentes hacen hincanpié en que en ese congreso se hará reforma del organigrama del partido, a fin de que, esta vez, el trabajo de los secretarios ejecutivos no se solape con el de los grupos parlamentarios, que van a tener mayor peso y relevancia.