El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha negado hoy cualquier conocimiento de una caja B en el PP y ha subrayado: "Mis responsabilidades son políticas, no de contabilidad".

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En su declaración como testigo en el juicio del caso Gürtel y a preguntas de Mariano Benítez de Lugo, abogado de Adade, Rajoy ha recalcado que "jamás" se ha encargado de la contabilidad y lo único que le importaba es que hubiera informes positivos por parte del Tribunal de Cuentas.

El presidente también ha negado que cobrara sobresueldos y que los llamamos papeles de Bárcenas "son absolutamente falsos". "Son absolutamente falsos", ha respondido Rajoy, antes de explicar que cobraba como diputado un sueldo y algunos diputados percibían un complemento que declaraban a Hacienda y que dejaron de recibir una vez que entraron en el Gobierno.

En cuanto a su relación de Luis Bárcenas, ha remarcado que "nunca" tuvo queja mientras fue tesorero del partido y ha admitido que en 2010 mantuvo una reunión con él en su despacho cuando dejó el partido porque quería "despedirse" y le pareció algo "razonable".

Sobre esta reunión, ha explicado: "me pareció razonable porque llevaba 30 años en la casa, tenía cargo de senador y quería despedirse. Nos explicó que estaba en una situación difícil, que iba a defenderse y que iba a ocupar su tiempo con los abogados"

El letrado le ha preguntado primero si tuvo alguna queja con respecto al predecesor de Bárcenas en la Tesorería del PP, Álvaro Lapuerta, eximido de este juicio por motivos de salud, a lo que ha respondido: "nunca".

Acto seguido le ha hecho la misma pregunta en relación a Bárcenas, a lo que el presidente ha asegurado: "mientras fue tesorero nunca".

Después Rajoy, siempre a preguntas del abogado de ADADE, ha reconocido que mantuvo en 2010 una reunión en su despacho con Bárcenas cuando abandonó su puesto de Tesorero, a la que asistieron su mujer Rosalía Iglesias y el entonces secretario general Javier Arenas.