Mariano Rajoy prefiere que le lluevan las críticas desde fuera del PP a tener goteras en su propio partido. Por eso, ayer evitó desautorizar en público a su portavoz en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, y su polémica tesis de que existe una nueva negociación del Gobierno con ETA, de la que dice tener "certeza". "Mayor Oreja tiene un profundo conocimiento de la política antiterrorista y hay que escucharle", dijo Rajoy en un foro en Santander. La tibieza con que abordó el asunto el jefe de los conservadores sacó de quicio a los socialistas, especialmente a los que trabajan en el Europarlamento, que anoche decidieron enviar a sus colegas de la Cámara una nota en la que, entre otras cosas, se acusaba a Mayor de mentir a sabiendas y hacer daño a la lucha antiterrorista y a la unidad de los demócratas.

Además, en las últimas 48 horas varios ministros han salido a la palestra para exigir al líder del PP que rectifique a Mayor.

PRUEBAS FEHACIENTES Lo máximo que lograron los ofendidos por las palabras del exministro del Interior fue que la número dos de los populares, María Dolores de Cospedal, admitiera que no tienen "pruebas fehacientes" de que el Ejecutivo esté negociando con ETA y que Mayor, con sus declaraciones, demostró una forma de expresión "que fue más allá de lo que hubiera pensado cualquier otro miembro de la dirección del partido".

Esta última frase de De Cospedal, pronunciada por la mañana en una entrevista en la Cope, fue entendida por una parte del PP como un serio correctivo a su portavoz en Europa. Sin embargo, el paso atrás que dio Rajoy en Santander unas horas después sembró el desconcierto entre los populares. Y en medio de ese desconcierto, el protagonista de este guirigay se reafirmaba en sus teorías sobre la negociación con la banda terrorista en distintas emisoras de radio. Y hasta se atrevía a replicar a De Cospedal: "Tampoco había pruebas fehacientes cuando el PNV se abrazó a la banda en Estella con la tregua-trampa o cuando en la pasada legislatura se hizo la primera parte de la negociación".

Mayor apuntó que no pretendía hacer daño a su partido. Y reconoció que había mantenido una conversación telefónica con Rajoy. Fuentes conocedoras de dicha charla aseguran que el líder se vio obligado a recordar a su portavoz en Europa que su estrategia, coordinada con la del PP vasco que ahora lidera Antonio Basagoiti, pasa por apoyar al Ejecutivo socialista en materia antiterrorista, aunque "manteniendo presión" para que no haya "tentaciones" de dejar a Batasuna estar en las municipales.

APOYO DE AZNAR El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, recalcó ayer que la negociación está "absolutamente descartada" y el PP lo sabe, y que "muy pronto" habrá noticias para "perfeccionar" la política antiterrorista, "que es de todos". Seguramente, Rubalcaba pretendía terminar con las dudas sembradas. Otros, lo contrario: el expresidente José María Aznar defendió a Mayor, "que hasta ahora ha tenido razón", dijo.