Ados meses de las elecciones legislativas de marzo, Mariano Rajoy inauguró ayer la precampaña al adelantar los ejes de estrategia: un talante moderado --con una oferta de diálogo centrada en el PSOE-- y una descalificación global del proyecto socialista. El candidato del PP a la Moncloa tachó de "grotescas y disparatadas" las propuestas de su gran adversario, José Luis Rodríguez Zapatero, de descentralizar la Administración de justicia y la Agencia Tributaria.

MENSAJES MIMETICOS Tras una semana de asueto, el secretario general del PP compareció ayer en público con renovados bríos e inusual contundencia. Se negó a desvelar su oferta electoral, pero arremetió sin piedad contra el programa divulgado por el PSOE. Casi a la misma hora, Javier Arenas, Eduardo Zaplana y Angel Acebes repetían de forma mimética los ataques al PSOE.

PROBLEMAS INTERNOS Rajoy denunció que Zapatero ha elaborado su proyecto "hace media hora", lo que sería "cómico" si no fuera por "lo que esconde detrás": su claudicación ante el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, para poder cumplir su pacto con ERC. También apuntó que, a diferencia del PSOE, el PP no tiene "ninguna hipoteca" y su programa será "nacional", igual "para toda España" y destinado a "resolver los problemas de los españoles, no los de los partidos".

Rajoy centró sus críticas en dos propuestas del PSOE: la conversión de los tribunales autonómicos en la última instancia judicial de cada territorio --con el Tribunal Supremo como unificador de la doctrina-- y la descentralización de la Agencia Tributaria. Iniciativas que en su opinión romperían la "cohesión" de España, generarían "desigualdades" entre los ciudadanos y propiciarían "una inseguridad jurídica colosal".

INFORME FAVORABLE DEL CGPJ Poco le importó a Rajoy que ayer la SER recordara que en el 2000 tanto el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) como el Supremo reclamaran una reforma como la propuesta por los socialistas. "Como si quieren buscar textos del siglo XIX", se mofó.

Tras esta retahíla de descalificaciones, Rajoy precisó que el diálogo será su divisa si llega a la Moncloa. Incluso se comprometió a ofrecer al PSOE 4 grandes pactos de Estado: dos sobre lucha antiterrorista y justicia --ya suscritos, aunque maltrechos-- y otros dos sobre el modelo territorial y la política exterior.

Singularmente pródigo en sus ataques a Zapatero, el líder del PP guardó silencio cuando se le preguntó si participará en debates televisados con su rival. Se escudó en su jefe de campaña, Gabriel Elorriaga, reacio a tales debates. Rajoy admitió que ya ha hablado con Aznar sobre la fecha electoral, pero no desveló si será el 7 o el 14 de marzo.