Se acabó mirar atrás. Al menos eso pretende el presidente del PP, Mariano Rajoy, que ayer reunió a los dirigentes de su partido para darles una instrucción muy clara: "Hacer cruz y raya con lo que pasó". Es decir, con la derrota electoral y el 11-M. Su finalidad es convencer a los españoles de que el PP es una alternativa real y de que ha superado la debacle del 14 de marzo del 2004. "A partir de hoy aquí sólo se habla de futuro", insistió.

No es la primera vez que Rajoy intenta que cale ese mensaje, aunque hasta ahora no lo había expresado con tanta contundencia. En julio, cuando clausuró el campus de la fundación FAES en Navacerrada, y ante la atenta mirada de José María Aznar, ya anunció que el PP debía "actualizar mensajes y adaptarlos a una sociedad que cambia", y reivindicó una política de centro. Volvió a decirlo en Pontevedra, ante los 350 miembros de la dirección del PP gallego.

Sin embargo, el líder conservador fue tímido en esas expresiones de cambio, ya que entonces estaban recientes las polémicas declaraciones de Josep Piqué en las que abogaba por dar menos cancha a "voces" del "pasado", en referencia a Angel Acebes, secretario general del partido y ministro del Interior cuando ocurrió el 11-M, y Eduardo Zaplana, portavoz parlamentario. Rajoy tuvo que salir al paso de esas palabras en numerosas ocasiones, por lo que cualquier manifestación en el sentido de olvidarse del pasado podían interpretarse como una crisis interna.

"LO QUE PASO" Pero el objetivo del discurso de ayer ante la junta directiva del PP --máximo órgano entre congresos-- no fue sólo dar instrucciones para que sus dirigentes entierren los motivos que les llevaron a perder las elecciones generales. Además, quiso animar a los propios populares: "Lo que pasó ya ha pasado y no ha sido bueno, pero tenemos mejor programa y mejor equipo que el PSOE para gobernar". Esa frase lleva implícita la ratificación de Rajoy a la actual dirección. Ahora bien, como muestra de que en el partido impera cierta falta de confianza en sus posibilidades, declaró: "Lo que resta es que nos lo creamos".

La próxima cita con las urnas son las elecciones municipales y autonómicas del 2007 y Acebes llamó ayer a "trabajar desde ya" para ganarlas. Rajoy pidió a los presidentes provinciales y regionales "máxima atención" cuando confeccionen candidaturas y averiguar por qué el PP "gana diez a uno en un municipio" y pierde en la misma proporción en la localidad vecina. Entre las obligaciones de los políticos populares también estará la de salir más del despacho. Así, les pidió "mucha calle" y que hagan "política pero también que se hagan políticos".

TAREA DE OPOSICION Rajoy anunció que en este curso político el PP "va a hacer oposición" y a plantear alternativas. Como ejemplo del marcaje al que someterá al Ejecutivo, el PP pedirá una comisión de investigación por el incendio de Guadalajara y exigirá explicaciones sobre la situación del director de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, tras el caso Roquetas .

El líder de los populares emplazó a dedicarle "máxima atención" a la convención que el PP celebrará en febrero. La idea es actualizar el discurso, pero ayer aseguró que no se trata "ni de modificar principios ni de alterar los cargos o el programa". Sus objetivos son que el PP se amplíe y se abra a los nuevos retos de la sociedad. Para ello, el partido organizará foros y reuniones en las que se abordarán desde el futuro de Europa a la seguridad y el papel del Ejército. También las reformas fiscales y la subida del petróleo. El PP asegura que quiere dar relevancia a las políticas sociales, por lo que anuncian propuestas sobre familia e inmigración.