Mariano Rajoy acusó ayer a José Luis Rodríguez Zapatero de no concretar cuál es su modelo de Estado mientras otros dirigentes socialistas "crean confusión" sobre el tema. El líder del PP anunció que pedirá en septiembre una entrevista con el presidente del Gobierno para saber cuál es su "criterio" sobre la reforma de la Constitución y de los estatutos autonómicos. También advirtió de que si no recibe una respuesta satisfactoria por parte de Zapatero le forzará a explicarse en el Congreso.

En la Cámara baja, en rueda de prensa, el líder del PP reprochó al jefe del Ejecutivo que se mantenga en silencio mientras otros dirigentes socialistas, como el presidente de la Generalitat catalana, Pasqual Maragall, el extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y el ministro de Industria, José Montilla, "crean confusión" sobre el modelo de Estado. "Da la impresión que unos tienen más capacidad para fijar criterios que otros", afirmó Rajoy, que agregó: "El único que no tiene criterio es el presidente del Gobierno". Subrayó que ha preguntado varias veces a Zapatero sobre su modelo de Estado y que no ha recibido respuesta y le responsabilizó de "abrir el melón" constitucional sin saber cómo cerrarlo.

"Un presidente del Gobierno tiene que saber de lo que habla y tener criterio. Ya está bien de no tener criterio sobre nada, para los primeros meses puede valer, pero esto pasa ya a ser una broma", prosiguió.

RUBALCABA PREGUNTA AL PP El portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, replicó al secretario general del PP emplazándole a aclarar "de una vez por todas" si su partido "quiere que las comunidades autónomas tengan más capacidad de autogobierno, más competencias y posibilidades para resolver sus problemas".

Tras explicitar que la respuesta del PSOE es afirmativa, dijo que al PP "nunca le gustó esto de las autonomías y lo que dice implícitamente es que hasta aquí hemos llegado". Rubalcaba añadió que el PSOE opina que el estado autonómico "puede dar más de sí".

LA PROPUESTA DE MARAGALL Los reproches de Rajoy llegan días después de que Maragall reclamara para Cataluña el reconocimiento de nacionalidad histórica en el texto de la Carta Magna, y animara a Andalucía a perseguir el mismo fin. El lunes, Zapatero subrayó que cualquier reforma requerirá "el mayor consenso posible" y la garantía de la igualdad entre los españoles. Por su parte, el secretario general de Converg¨ncia i Unió, Artur Mas, lo interpretó como una reprimenda a Maragall.