La reducción de los impuestos, la subida de las pensiones, la reforma del mercado de trabajo o la liberalización del suelo son algunas de las principales propuestas que lanzó ayer el líder del PP, Mariano Rajoy, para relanzar una economía que, en su opinión, aún vive de "la herencia y de la inercia" dejada por José María Aznar. "A la economía hay que darle cuerda y hacer reformas, porque si no, se para", advirtió, y añadió que es necesario "prevenir y adelantarse" a las incertidumbres que acechan a España en esta materia.

Rajoy avanzó en un acto celebrado en el castillo de Soutomaior (Pontevedra) que las reformas económicas y el "bienestar de los ciudadanos" serán los nuevos pilares de la estrategia del PP de cara a las próximas elecciones generales, aunque en su discurso siguen teniendo un gran protagonismo tanto la política antiterrorista como las críticas a un Gobierno que "improvisa y da bandazos".

Ante unos 2.000 simpatizantes, Rajoy apuntó que el alza de las hipotecas, la dificultad de acceso a la vivienda y la pérdida de nivel adquisitivo de los ciudadanos son malos síntomas, y por eso la solución a estos problemas será su "principal prioridad" si accede a la Moncloa.

Entre sus propuestas destacó "bajar de verdad" el IRPF y el impuesto de sociedades, así como suprimir el impuesto de patrimonio. También pretende afrontar "reformas en el mercado de trabajo" y apostó por liberalizar el suelo para "ponerlo a disposición de la gente". El bienestar de los mayores fue otro de los puntos fuertes de su discurso. Así, Rajoy prometió hacer "un gran esfuerzo para dignificar las pensiones".

NUEVA LEY ELECTORAL Otra de sus prioridades será la reforma de la ley electoral "para que gobierne la fuerza más votada". La necesidad de llegar a ciertos consensos en asuntos de Estado fue otro de los puntos importantes en el discurso de Rajoy.