El líder del PP, Mariano Rajoy, aseguró hoy que España necesita acuerdos en distintas materias que él ofrecería si ganara las elecciones, ya que con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ve "impensable" a día de hoy conseguirlos en una coalición para resolver los problemas del país. De hecho, aseguró que no cree en el jefe del Ejecutivo ni en las políticas de los últimos años, y considera que Zapatero no tiene ningún proyecto político para salir de una crisis que requiere acuerdos, como la reforma de las administraciones públicas, en educación o en energía, entre otros.

Durante su discurso en el Fórum Europa para exponer las propuestas del PP para salir de la crisis, Rajoy insistió en que su partido está preparado para asumir la responsabilidad de gobernar en cualquier momento y subrayó su disposición a liderar la modernización de la economía. Con ese fin, promoverá un consenso político para que la Constitución recoja los principios de la estabilidad presupuestaria, ya que considera "imprescindible" establecer techos de gasto y de endeudamiento para todas las administraciones.

El presidente del PP abogó por prohibir las trasferencias y gastos de las administraciones en ámbitos que no sean de sus competencias y avanzar hacia una "segunda descentralización" en la que se delegue más en los municipios. Eso ayudaría a controlar el déficit público, una de las necesidades de la economía, pero no la única, ya que Rajoy piensa que hacen falta reformas como la del sistema financiero, y otras "inaplazables" como la del mercado laboral y la de las pensiones, en materia fiscal, energía o educación. Respecto al sector financiero, criticó al Gobierno por no haber aceptado reformar la ley estatal de cajas hace más de un año y medio, y posteriormente, pese a alcanzar un acuerdo con el PP a principios de mayo, no haberle entregado aún una propuesta concreta.

El PP propone que las cajas puedan captar capital con la emisión de cuotas participativas -valores similares a las acciones- que estarían dotadas de derechos políticos, o con la separación de la actividad propiamente bancaria de la fundacional. Resolver la situación financiera es "urgente" para que las familias y empresas no sigan "agobiadas por la escasez de crédito", dijo Rajoy, aunque advirtió de que la reordenación del sector no asegura por sí misma la recuperación de la economía y la creación de empleo. Por ello defendió una "verdadera" reforma laboral, y no una "serie de parches de dudosa eficacia" como la reforma aprobada por el Gobierno, que espera se corrija durante el trámite parlamentario, razón que, según Rajoy, explica la abstención del PP en la votación del decreto.

El PP aboga por una negociación colectiva entre empresarios y trabajadores que permita ajustar el marco laboral a la realidad concreta de cada compañía, lo que supone "más facilidad para el descuelgue" que no puede limitarse sólo a lo salarial, sino que debe abarcar todas las condiciones de trabajo. En cuanto a la formación profesional, el principal partido de la oposición quiere que se reconozca la formación continua como un "verdadero derecho de los trabajadores". Con ese fin, Rajoy propuso crear una cuenta de formación asociada al número de la Seguridad Social, que permita conocer inmediatamente la formación que recibe cada trabajador.

Propuso asimismo que se regule de "forma clara, sencilla y aplicable" la extinción de los contratos para facilitar la creación de empleo estable y evitar que se recurra en exceso a los tribunales. En materia fiscal, Rajoy abogó por la lucha contra el fraude y dijo que le da "mucho miedo" lo que pueda pasar con los españoles que tienen 3.000 cuentas en Suiza, por lo que advirtió al Gobierno de que estará "muy atento". También quiere reducir de forma "selectiva" los impuestos, insistió en una rebaja de cinco puntos para el de Sociedades, y criticó que haya aumentado el gravamen sobre el ahorro y lo vaya a hacer el IVA, especialmente en un momento de debilidad económica en el que el PP propone reducir el IVA del turismo.

Además, apuesta por incentivar los planes de pensiones y que se pague el IRPF por la cantidad que se aporte, pero que las plusvalías o intereses tengan una exención del 40%. Sobre energía, anunció que pedirá la revisión de la decisión del Gobierno de cerrar la central nuclear de Garoña en 2013, ya que el PP apuesta por que todas sigan abiertas e, incluso, construir más.