El apoyo del PNV al Gobierno para sacar adelante los presupuestos del 2009, que hoy se plasmará en la votación final para levantar el veto del Senado, provocó ayer una bronca política entre el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, y el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Esas alianzas, que también las suscribió el PP en el primer mandato de José María Aznar en 1996 con el propio PNV y con CiU, son ahora para Rajoy una "descomunal bajada de pantalones" por parte de Zapatero.

El argumento que defendió Rajoy es que el Gobierno ha acordado con el Gobierno vasco el traspaso a Euskadi de las competencias en I+D+i y la posibilidad de la jubilación anticipada para los agentes de la Ertzaina. Y el líder del PP recordó declaraciones de la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, en las que consideraba básico que el Gobierno mantuviera esas competencias. Por ello, reiteró que era una "bajada de pantalones" para contar con el apoyo del PNV en los presupuestos.

El apoyo de los nacionalistas vuelve a ser un arma arrojadiza. La cercanía de las elecciones gallegas y vascas lleva a Rajoy a esas posiciones, aunque haya expresado su deseo de mantener un diálogo fluido con el PNV y CiU a medio plazo. Zapatero incidió en que el PP pactó "hasta cuatro presupuestos" con los nacionalistas y utilizó, incluso, el artículo 150.2 de la Constitución para transferir competencias a las autonomías.

Pero no fue el único punto de discordia entre PP y PSOE. Tampoco en la estrategia contra ETA parecen ponerse de acuerdo. Así, el presidente del Gobierno no cree que el PP tenga la estrategia de centrar su oposición en la política antiterrorista, aunque considera que puede caer en esa tentación después de haber actuado de esa forma durante los anteriores cuatro años.

El jefe del Ejecutivo confía en que los dirigentes del PP no caigan en la tentación de utilizar de nuevo la lucha contra ETA para hacer oposición, aunque no descarta que pueden seguir usando durante un cierto tiempo la petición de que se disuelvan los ayuntamientos gobernados por representantes de ANV.

No obstante, ayer llamó la atención sobre el hecho de que no sea el líder del partido, Mariano Rajoy, el que pregunte sobre terrorismo en las sesiones de control parlamentarias.

INICIATIVA UNILATERAL Ante la pregunta de si considera desleal al PP por estar planteando la disolución de los ayuntamientos de ANV, el presidente Zapatero se limitó a señalar que los representantes de este partido podían haber informado al Gobierno de lo que pensaban hacer.

De hecho, recordó que mientras él viajaba con Rajoy a Azpeitia tras el asesinato del empresario Ignacio Uria, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, informaba en rueda de prensa en Madrid de una iniciativa unilateral para la disolución de los ayuntamientos gobernados por ANV.

También el portavoz y coordinador de la Ejecutiva del PSE-EE, Rodolfo Ares, consideró ayer que el apoyo de Rajoy al Gobierno en materia antiterrorista "ha durado poco", y pidió a los populares que "reconduzcan" su actitud. Además, insistió en que, antes de reformar la ley para echar a los alcaldes de ANV de los ayuntamientos, hay que agotar la vía de las mociones de censura.

Según Ares, "parece que la apuesta de nueva política del equipo de Rajoy para apoyar permanentemente al Gobierno, tal y como había anunciado, en lo que hace referencia a la política antiterrorista, ha durado poco". Ante ello, el dirigente socialista mostró su esperanza en que los populares "reconduzcan esa posición y entiendan que el principal partido de la oposición tiene que respaldar permanentemente al Gobierno".