Es la guerra. Mariano Rajoy dedicó ayer la quinta jornada de la campaña por la Constitución europea a lanzar una durísima andanada contra José Luis Rodríguez Zapatero, al que acusó de atentar contra el éxito del referendo del 20 de febrero al sembrar dudas en "millones" de españoles, en alusión a los votantes del PP y los católicos.

"Usted no puede pedir el voto a millones y millones de ciudadanos y estar al mismo tiempo agrediendo a esos millones y millones de ciudadanos, porque ahora la gente no se chupa el dedo", espetó el líder popular al presidente del Gobierno ante unos 1.200 asistentes a un mitin en X tiva (Valencia).

Rajoy recalcó que fue Zapatero quien convocó la consulta y, por lo tanto, es él quien debe realizar el "mayor esfuerzo" para que el 20-F acuda el mayor número de personas a las urnas.

El líder conservador conminó al presidente del Gobierno a que actúe con "generosidad" y "reconozca el esfuerzo del PP para que salga el ". También le recordó que son los aliados políticos del Ejecutivo quienes propugnan el voto negativo. En su defensa de la Carta, Rajoy alegó que la "mayor parte" del Tratado se aprobó bajo Gobierno del PP.

EL VIAJE DE CHAVES Desbrozando aún más la brecha abierta el lunes por el PP, Mariano Rajoy atacó al jefe del Ejecutivo por cuenta del reciente viaje de Manuel Chaves a Cuba. Así, preguntó a Zapatero por qué, cuando comenzó la campaña por la Constitución europea, el presidente de su partido se hallaba junto a un dirigente como Fidel Castro que desdeña a la UE.

En un mitin que tuvo algunos visos de precampaña electoral, Rajoy reprochó al Gobierno su "falta de cabeza" y dejó claro que la ruptura del consenso en política exterior permanece intacta. "Aún estoy en mis cabales", argumentó, y lamentó con ironía que la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, haya celebrado una gira por 10 países de la UE y "no le haya tocado a España".

La polémica lingüística no podía estar ausente del discurso del líder popular en un fortín del PP como es la Comunidad Valenciana. Rajoy reclamó al Gobierno que "respete" la lengua y el estatuto valencianos.