El presidente del PP, Mariano Rajoy, defendió hoy volver a poner en marcha un Plan Hidrológico Nacional "que resuelva el problema en toda España, que lo habíamos dejado resuelto", al tiempo que criticó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, por haber provocado con esta cuestión del agua el "enfrentar a unos con otros".

Rajoy manifestó hoy, en un acto público en la Plaza del Altozano de Albacete, que "sobra agua en España" y defendió que este recurso "es de todos los españoles, y hay agua para todos en España, pero lo que tiene que haber es un Gobierno que sea capaz de tomar decisiones y la única que ha tomado el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero es, en 48 horas, liquidar un Plan que resolvía el problema en Aragón, en Cataluña, en la Comunidad Valenciana, en Murcia, en Almería y en Castilla-La Mancha".

En ese sentido, el presidente nacional del PP aseguró que ese Plan "sigue vigente en el programa del PP y resolverá los problemas de todos".

Rajoy, que estuvo acompañado de la presidenta regional del PP de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, y de dirigentes del partido en la región y la provincia, pidió el voto "para hacer lo que sabemos hacer, afrontar las crisis económicas, atajar el problema del paro y crear puestos de trabajo y para eso hay que generar confianza".

Para eso, manifestó, "vamos a dar el primer paso el domingo y le vamos a dar el voto al PP para que haya ministros como Loyola de Palacio o Miguel Arias Cañete que son capaces de defender los intereses de los agricultores españoles y de Castilla-La Mancha".

En esa línea, el presidente del PP insistió en que "el campo español tiene futuro, que no le quepa a nadie la más mínima duda, y hay que ir a defenderlo; y hay que ir a defender el vino, el aceite, las frutas y hortalizas, y los intereses del sector ganadero, sobre todo de la cornisa del Cantábrico".

Para todo eso, planteó Mariano Rajoy, España necesita "sensatez, seriedad y sentido común". Ante ello, el líder nacional de los populares aseguró que "el PP lo que quiere es reglas de juego claras y saber adónde se va y defender unos cuantos principios", entre los que citó España, el bienestar de los ciudadanos, una política económica que genere empleo y riqueza y "no una sucesión de chapuzas, de improvisaciones y de medidas que nadie es capaz de entender y que se ha demostrado que no funciona".