Gritos, insultos y pataleos. Hasta se le rompió un escaño a un diputado. Máxima tensión en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. No era para menos. El Partido Popular acabó con una tradición de cinco años al interpelar al presidente sobre la lucha antiterrorista. "No cuente con nosotros para las operaciones que se trae entre manos", espetó Mariano Rajoy a José Luis Rodríguez Zapatero. Después, añadió que el PP bloqueará "cualquier reforma" estatutaria o de la Constitución, como castigo a los supuestos "pactos" entre el PSOE y Batasuna que, según el PP, han propiciado la presencia electoral del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK, en sus siglas en euskera).

La tensa sesión de ayer en las Cortes dejó en evidencia la brecha que se ha ido abriendo entre el PSOE y el PP desde diciembre, cuando los líderes de ambos partidos acordaron en la Moncloa colaborar en las reformas institucionales. "La credibilidad de este presidente, para nosotros, es cero", resumió ayer Rajoy.

La presencia de la lista de EHAK en las elecciones en Euskadi disparó los ánimos en la sesión de ayer. El vaso popular se colmó con los resultados del 17 de abril, que colocan al PSOE en condiciones de facilitar el Gobierno al PNV y propiciar el prometido "acuerdo de todos para lograr el fin de la violencia".

"PRUEBAS DEMOLEDORAS" Rajoy abortó ayer cualquier posibilidad de que el PP participe en ese "diálogo" que propugna Zapatero para alcanzar "el entendimiento". El líder del PP consideró "liquidado" el pacto antiterrorista por esos supuestos "pactos" entre el PSOE y el entorno etarra. Sólo por un acuerdo "oculto" se explica el líder de la oposición que el Gobierno no inste la ilegalización de EHAK. Rajoy acusó al presidente de ocultar "pruebas demoledoras" y señaló que se siente "muy preocupado" porque esto "le va a estallar en las manos" al Gobierno.

Así, con circunloquios, sobrevoló por el pleno de la Cámara la acusación del PP al Gobierno de mantener negociaciones con la banda ETA a sus espaldas. Y también con medias palabras intentó el presidente desmentirlo. "Está poniendo en duda el compromiso de este Gobierno en la lucha antiterrorista --dijo--. Y no les pido que sean tan leales como fuimos nosotros, sólo que sean responsables para que la ciudadanía les vea tan interesados en acabar con ETA como en atacar al Gobierno".

REPRIMENDA DE MARIN El jaleo en los escaños del PSOE y del PP subió tanto de tono que el presidente del Congreso, Manuel Marín, interrumpió la sesión. Regañó a dos diputados del PP y reconvino después al joven socialista Herick Campos, que hoy se disculpará por haber llamado "facha" a un popular.

Por si la sesión del hemiciclo no hubiera sido suficiente, el presidente Zapatero y Rajoy comparecieron después ante la prensa, por separado y consecutivamente. Básicamente repitieron los reproches que se habían lanzado dentro. El jefe del Ejecutivo declinó pronunciarse sobre la agonía del pacto antiterrorista, pero señaló como un incumplimiento grave por parte del PP haber introducido en el pleno de control la lucha antiterrorista. "En los cuatro años que lideré la oposición, nunca pregunté por la lucha antiterrorista, siempre apoyé las decisiones del Gobierno del PP", rememoró con gesto grave Zapatero.

Luego repitió que los servicios jurídicos del Estado no encuentran base legal para ir contra los miembros de EHAK, aunque aseguró que "siguen investigando" por si sobrevienen pruebas. Y Rajoy aclaró que llevó la lucha contra ETA al pleno porque Zapatero le "privó del foro en el que quería tratarlo", en referencia a la negativa del Gobierno a convocar el pacto.