Mariano Rajoy sigue empeñado en criticar el Estatuto catalán pero empieza a hacerlo con los ojos puestos en Cataluña. Consciente de que sus descalificaciones se interpretan en Cataluña como un ataque, el líder del PP introdujo ayer matices en su discurso.

Así, defendió que el Estatuto supone "una injusticia contra el pueblo catalán" y avisó de que no consentirá que se le acuse de "ir contra ningún territorio". Incluso se comprometió a ir a Cataluña para explicar su postura.

Prueba de que el Estatuto quita el sueño al PP fue el comité ejecutivo extraordinario, convocado para ayer con un único punto en el orden del día: la reforma aprobada por el Parlamento catalán. En la reunión, Josep Piqué insistió en la necesidad de que el PP extreme el cuidado a la hora de hablar de su oposición al texto.

El líder del PP aseguró que él no actúa "contra nadie ni contra ningún territorio" porque lo que le mueve es "el interés general, no los intereses partidistas". En su opinión, el Estatuto perjudica a los ciudadanos de Cataluña porque les impone que "para ser más catalán hay que ser menos español". L. S.