Mariano Rajoy calentó ayer su campaña electoral con un ataque en toda regla al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien acusó de constituir un "riesgo serio" para la economía y la estabilidad de España. El candidato del PP manifestó que el 14-M los electores deberán elegir entre el PP --"sólido y eficaz"-- y "una coalición de partidos encabezada por el PSOE". "Nuestro adversario no será el PSOE, ni mi rival será Zapatero", alegó.

LAS ALIANZAS En León, horas antes de inaugurar oficialmente la campaña en Santiago de Compostela, Rajoy advirtió de que la eventual llegada del PSOE al poder daría al traste con el bienestar y prosperidad conquistados, a su juicio, por el PP. Sostuvo que los socialistas son "incapaces" de llegar a un acuerdo interno sobre su programa económico, y, tras criticar que concurran a las elecciones al Senado en la misma lista que Esquerra Republicana, remachó que una coalición de Zapatero "con ERC y con el que pasaba por ahí sería un peligro" para la estabilidad.

En dos ocasiones intentó enfrentar a Zapatero con los votantes socialistas, con el argumento de que éstos no comparten la actual "deriva" de la dirección socialista. De paso, lanzó un guiño a los electores desencantados que pueda tener el PSOE. "El Partido Popular apuesta por la igualdad de oportunidades, de derechos y responsabilidades en todo el territorio español. Esto lo dijo el PSOE desde 1978 hasta hace muy poco tiempo. Eso es lo que piensan los votantes del PSOE", proclamó el secretario general de los populares.

Ratificó Rajoy que, si llega al Gobierno, convocará a Zapatero para buscar un acuerdo sobre el modelo de Estado, pero también para echarle en cara sus alianzas con Esquerra. Según adelantó ayer, le advertirá de que "los planteamientos históricos del PSOE y de sus votantes no se pueden abandonar por tener un pacto político que le permita estar en el poder una temporada".

En lo que ya se prefigura como el gran argumento dialéctico de su campaña, Rajoy señaló que hay tres problemas fundamentales que preocupan a los españoles: el modelo de Estado, el terrorismo y la economía. En todos ellos contrapuso la "falta de solvencia" del PSOE a la "experiencia" y "eficacia probada" del PP.

SIN PRINCIPIOS En esa línea, el dirigente conservador denunció que Zapatero "no puede ser candidato" a la Presidencia del Gobierno" porque "no tiene una idea de España, principios ni convicciones" sobre el modelo de Estado. También presentó al PP como único garante del pacto antiterrorista, suscrito en el 2000 con el PSOE.