Mariano Rajoy exigió ayer a José Luis Rodríguez Zapatero que "no se deje engañar" por el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), que definió como "otra marca de ETA". El líder del PP instó al jefe del Gobierno a "agotar todas las vías legales" para frenar esta nueva lista aberzale próxima a Batasuna. Si no lo hace, advirtió, alimentará "la sospecha de que la falta de acción obedece a un interés partidista".

La irrupción de esta desconocida candidatura de signo aberzale --tolerada por el Gobierno y la fiscalía, que descartaron impugnarla al no hallar pruebas fehacientes que la vincularan al entorno de ETA-- marcó ayer la segunda jornada de la campaña electoral vasca. Después de que el viernes el PCTV se ofreciera a representar en las urnas a Aukera Guztiak, lista anulada por la justicia a causa de sus lazos con Batasuna, ayer Rajoy pidió cuentas al Ejecutivo socialista.

"TOMAR LA INICIATIVA" "ETA no se puede presentar a las elecciones ni con un nombre ni con otro", advirtió Rajoy en un mitin en el Palacio Euskalduna de Bilbao, donde arropó a la candidata del PP vasco, María San Gil. A su juicio, permitir que el PCTV concurra a las elecciones del 17 de abril supone "tirar por la borda" los logros contra ETA. Por eso alertó de que el Gobierno del PSOE "no debe dejarse engañar, y si ha sido engañado no debe conformarse, sino actuar y tomar la iniciativa".

El PP recela del Ejecutivo porque teme que, para dividir el voto nacionalista en favor del PSE, haga la vista gorda con una candidatura que podría erigirse en heredera de Batasuna. De ahí que Rajoy instara ayer a Zapatero a "agotar todas las vías legales" contra el PCTV para no abonar la sospecha de que sólo le mueve el "interés partidista".

Rajoy se refirió también a la irrupción de ETA en la campaña y a su "nueva oferta de diálogo". Aquí formuló otra exigencia a Zapatero: que repita que con terroristas "no se dialoga ni se negocia la vida o la libertad de los ciudadanos". La única nota que debe emitir ETA, concluyó, es la que anuncie su disolución.

El líder del PP, que se reunió con los profesores encerrados en el Instituto Bertendona de Bilbao en protesta porque el Gobierno vasco les exige un nivel de euskera que amenaza su empleo, les puso como ejemplo de que en Euskadi "priman los derechos colectivos sobre los individuales". Tras prometer que hará "lo imposible" para evitar "esta tropelía intolerable", contrapuso esta actitud "dictatorial e impropia de un Gobierno democrático" a "la apuesta por la convivencia" de San Gil.

Ya adentrado en el capítulo de los reproches, Rajoy calificó de "arcaico, caduco, aburrido y trasnochado" el proyecto del lendakari, Juan José Ibarretxe, y criticó el "mimetismo claudicante" del PSE ante el PNV. También denunció "la deriva hacia ninguna parte" del "irresponsable" candidato socialista, Patxi López.