El presidente del PP, Mariano Rajoy, se volcará con su partido y con su candidata, Alicia Sánchez-Camacho, durante las dos semanas de campaña electoral en Cataluña, y así, estará presente en la apertura y en el cierre de la misma, pero también en otros actos centrales. Fuentes de la dirección del PP han desgranado a EFE los que serán los puntales electorales de la organización, y no sólo por el mensaje que trasladarán, sino también en cuanto a la logística y a la participación de algunos de los referentes del partido en la actualidad. Los estrategas de la dirección nacional, liderados por la responsable de Organización, Ana Mato, y los del partido en Cataluña, han coordinado una campaña que, sobre todo, buscará atraer la confianza de los catalanes en un partido moderado que ha de ser decisivo para obrar el cambio y dejar atrás los años del tripartito. En este sentido, las fuentes dejan clara la premisa: "El cambio en la Generalitat, o se hace con el PP, o no será cambio". La estrategia ya está en rodaje y cogiendo forma, pero será más intensa en tanto se acerque el 28 de noviembre, día de los comicios. Así, y aunque ya se ha dejado ver mucho en Cataluña -mañana estará en una cena-mitin en Tarragona-, Rajoy acudirá a territorio catalán con más asiduidad durante la campaña. Las fuentes han precisado que estará presente en la apertura y en el cierre de la misma, así como en otros actos de relevancia y siempre acompañando a Sánchez-Camacho. La idea es que Rajoy viaje a todas las provincias catalanas en esos catorce días de campaña, si bien, matizan las fuentes, su permanencia en Cataluña no será constante, es decir, no hará campaña en paralelo a Sánchez-Camacho, como sí hizo en los comicios gallegos. El presidente del PP no será el único exponente de la dirección nacional, apuntan las mismas fuentes, toda vez que la consigna consiste en prestar el máximo apoyo posible de toda la formación y que éste se note. María Dolores De Cospedal, Ana Mato, Esteban González Pons y Javier Arenas viajarán a Cataluña al menos una vez, al igual que los portavoces parlamentarios, Soraya Sáenz de Santamaría y Pío García-Escudero. Otros dirigentes autonómicos aparecerán como reclamo, especialmente dos: el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti. Ambos, según reconocen las fuentes, son indispensables para inculcar en la sociedad catalana el siguiente postulado: los populares saben gestionar problemas específicos de comunidades autónomas con problemas similares a los de Cataluña, como la lengua o la convivencia. Además de la urgencia del cambio político y de la imagen de un PP centrado y moderado, la campaña de las direcciones nacional y catalana estará centrada en la economía y en el paro, pero sin perder de vista a la inmigración y la seguridad ciudadana. Pese a la polémicas que las propuestas del PP en esta materia causan entre la clase política catalana, los populares no renunciarán a sus tesis y seguirán poniendo el acento en la necesidad de una inmigración más regulada. El encaje en la Constitución como garantía de una convivencia conciliadora con el resto del Estado y el debate lingüístico serán otros de los ejes de la estrategia política y comunicativa. Asimismo, en la sede nacional del PP reina el optimismo: junto con CiU, los estrategas del partido están convencidos de que la organización será una de las pocas en repuntar en número de votos escaños.