El presidente de los populares, Mariano Rajoy, ha sido hasta ahora un líder de la oposición prudente a la hora de interiorizar encuestas. Pero ayer hizo una excepción (si se repite, se podrá hablar de cambio de estrategia) y se presentó ante sus compañeros de Castilla-La Mancha como el próximo ganador de las elecciones generales, con independencia de quién sea el rival socialista en la contienda. "Nos trae sin cuidado si el candidato es Zapatero, Pepiño en alusión a José Blanco, Rubalcaba o la Chacón. Es que nos trae sin cuidado. Ese tema ha perdido ya toda su importancia, y no voy a perder ni un segundo más en eso", proclamó el líder conservador.

El gesto desafiante de su jefe de filas --el último barómetro publicado por este diario da al Partido Popular la mayoría absoluta en las legislativas-- gustó al auditorio, en este caso los integrantes de la junta directiva del PP castellanomanchego, con María Dolores de Cospedal a la cabeza. De hecho, los conservadores de la comunidad llevan meses sintiendo en sus carnes lo que significa un cambio de tendencia en los sondeos, pues, por primera vez en la historia de la democracia --la región estuvo gobernada hasta 1982 por UCD y, desde entonces, por el PSOE--, tienen posibilidades de llegar al poder. "El cambio va a empezar ahora en el sur de España", auguró Rajoy, que se refirió a la propia Castilla-La Mancha, además de a Andalucía y Extremadura, como un territorio conquistable por el PP en las elecciones autonómicas y municipales.

TRASVASE DE VOTOS Y PSOE Lo cierto es que esos sondeos no vaticinan victorias populares únicamente en el sur, sino en la mayoría de las comunidades autónomas que celebran elecciones. También en la mayor parte de las capitales de provincia. Mariano Rajoy demandó a los suyos que se esfuercen en la precampaña en "convocar e integrar a todos". Y es que el PP está convencido de que, además de incentivar la desmovilización del electorado del PSOE, puede lograr un trasvase de votos si la economía no logra repuntar.

Ante tanto optimismo popular, los socialistas intentaron defenderse y sacaron a la palestra a Elena Valenciano, una de sus más activas portavoces. "Rajoy --señaló-- es un político que se abstiene de todo menos de defender a personajes como Fabra, Camps, Ripoll, Cascos y el muy casposo León de la Riva el alcalde de Valladolid, que hizo unos comentarios sexistas sobre la ministra Leire Pajín". Además, Valenciano afeó al líder de los conservadores que se refiera a sus adversarios sin el debido respeto (por lo de Pepiño y la Chacón ) y auguró que el Partido Popular no llegará a la Moncloa.