La Alianza de Civilizaciones ganó un nuevo e inesperado amigo: la OTAN. El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, se deshizo en elogios hacia la iniciativa patrocinada por España y Turquía, a la que, según dijo, da "gran importancia". "La seguridad no se puede conseguir ya sólo a través de medios militares, sino que necesita del diálogo", dijo el político danés. Y aseguró que la OTAN "incrementará la cooperación y el diálogo con el mundo islámico".

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ofreció a la OTAN el apoyo de la Alianza de Civilizaciones para "colaborar a reducir espacios de conflicto y fortalecer las acciones de convivencia". Según fuentes de la Moncloa, Rasmussen agradeció a Zapatero el apoyo a su candidatura en la cumbre de la OTAN.

En la inauguración, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, alertó de que la crisis puede provocar choques entre culturas y estados: "El caos económico está dañando el tejido de nuestras sociedades: hay gente sin trabajo, hambrienta, furiosa. Culpan al otro, buscan chivos expiatorios en otras creencias o comunidades".