El PP ha empezado a lanzar mensajes para conjurar cualquier peligro de fuga de los votantes que le dieron la mayoría absoluta en el 2000, a los que va a mimar cara a las elecciones del 25 de mayo. Rodrigo Rato aprovechó ayer un acto sobre el balance de los siete años de Gobierno para instar a los candidatos de la formación a que se esfuercen en movilizar a sus votantes tradicionales. "Nuestra gente está con nosotros", afirmó el vicepresidente segundo y uno de los candidatos a suceder a José María Aznar.

Rato intentó levantar el ánimo del apenas centenar de asistentes a la convención sin negar la realidad. Reconoció que el primer trimestre del año ha sido "intenso y tenso" y que "no se olvidará fácilmente".

Habló expresamente de la guerra --palabra que no usa Aznar--, para subrayar que el Gobierno no ha estado paralizado. Además, trató de combatir la desmotivación en las filas conservadoras con el argumento de que el Gobierno hace debates sobre "lo que le preocupa a la gente".

"Centrémonos en nuestra gente", dijo Rato, tras instar a los candidatos a hablar de la seguridad, impuestos, vivienda y empleo. Añadió que la "solidez y credibilidad" será el mejor aval electoral del PP, al que presentó como "el partido de la gente".