Cuando parecía zanjado el caso contra el presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa (PNV), el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) lo ha reabierto al revocar el archivo de la causa. El caso afecta también a los miembros de la Mesa Gorka Knörr (EA) y Kontxi Bilbao (EB), como presuntos autores de un delito de desobediencia al Supremo por no disolver al grupo de Batasuna.

El auto es un varapalo a la actuación de la juez instructora, Nekane Bolado. Esta concluyó que no hubo voluntad "deliberadamente rebelde" en la decisión de no disolver al grupo de Batasuna. En cambio, el Tribunal Superior sostiene lo contrario y da la razón al sindicato de funcionarios Manos Limpias, que quiere sentar en el banquillo a los miembros de la Mesa.

Atutxa, que repetirá como candidato a la presidencia de la Cámara, confirmó ayer su "total desacuerdo" con el auto, y anunció que recurrirá en amparo al Constitucional. La fiscalía, por su parte, pedirá la absolución.