El juez Guillermo Ruiz Polanco ha decidido reabrir la causa que archivó el pasado mes de junio, por falta de pruebas, contra 16 presuntos salafistas, que la policía vinculó con Al Qaeda. El juez tomó su decisión tras recibir un informe del FBI, fechado el 15 de julio, en el que se afirma que los arrestados manejaron sustancias químicas para fabricar napalm casero.

La orden de reapertura de este sumario se fechó el 11 de septiembre, segundo aniversario de los atentados de Washington y Nueva York. El FBI ha analizado el contenido de unos bidones y de una botella de plástico que uno de los detenidos, Djaml Boudjeya, había arrojado a un contenedor en Girona el 17 de diciembre del 2002, un mes antes de la detención de los supuestos activistas, ahora en libertad.

POTENTE ABRASIVO

La agencia norteamericana ha establecido que en los bidones había "un líquido inflamable, derivado del petróleo, que si se mezcla con el material hallado en la botella, que es viscoso, el resultado es un producto conocido como napalm casero". El napalm es un producto "altamente abrasivo", subraya el informe, y puede ser utilizado "como componente de artefactos explosivos".

Asimismo, el FBI ha determinado que Al Qaeda utiliza placas base electrónicas para preparar artefactos explosivos a partir de circuitos de relojes digitales. Y que esa técnica fue estudiada por un miembro del grupo de Osama bin Laden en Afganistán, donde se alojó en el domicilio del destacado dirigente de Al Qaeda, Zain Abideen, Abu Zubaidah , detenido en Pakistán hace un año.

Se da la circunstancia de que uno de los 16 detenidos, Mohamed Nebbar, es ingeniero electrónico y que en el domicilio de otro, Mohamed Tahraoui, se encontraron numerosas bases electrónicas y relojes digitales.

EXCUSA PARA LA GUERRA

Esta operación se llevó a cabo el pasado enero. Pero el juez acordó la liberación de los detenidos después de que la policía estableciera que unos polvos blancos incautados eran detergente. Por ello, alegó que no tenía pruebas contra esas personas. El presidente del Gobierno, José María Aznar, utilizó esa operación para justificar la guerra de Irak.