La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, inauguró ayer la reconstrucción del aparcamiento de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas, que quedó destruido el 30 de diciembre del 2006 tras la explosión de una furgoneta bomba colocada por ETA. El atentado costó la vida a los ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, y rompió de facto el alto el fuego de la banda terrorista.

La ministra anunció en su discurso que, para rendir homenaje a Estacio y Palate, se ha decidido que las plazas en las que estaban aparcados en el momento del atentado --la 403 de la planta cero y la 614 de la planta primera-- queden sin utilización. Asimismo, en las dos se ha colocado una placa conmemorativa.

La explosión de la furgoneta afectó prácticamente al 90% del módulo D, a excepción de las rampas de acceso a las diferentes plantas, y de él fueron retiradas más de 40.000 toneladas de escombros. Asimismo, dejó inutilizadas cerca de 2.000 plazas de aparcamiento situadas en el módulo D, y algunas situadas en las áreas adyacentes.

CAPACIDAD DE SUPERACION Según aseguró Alvarez durante su discurso, los españoles "han demostrado con creces" a lo largo de la historia su capacidad para superar obstáculos y dificultades con "la unidad, firmeza y serenidad de la ciudadanía y la fortaleza del Estado de derecho".

"Buen ejemplo de ello es que hoy volvemos a la T-4, pues hemos sabido remontar una dura situación y hemos puesto otra vez en servicio el módulo D de su aparcamiento", subrayó la ministra, quien añadió que "los demócratas saben reaccionar frente al infortunio con la firmeza de ir siempre hacia adelante construyendo su propio futuro".

La titular de Fomento también dedicó un momento a agradecer el comportamiento "ejemplar" de los ciudadanos que el 30 de diciembre del 2006 se encontraban en la T-4 cuando se produjo la explosión, así como la labor de los cuerpos de Policía Nacional y Municipal, Bomberos, Guardia Civil y personal sanitario, "que con su profesionalidad y entrega contribuyeron decisivamente a limitar las consecuencias del atentado".

Alvarez resaltó que frente a la difícil situación que provocó la explosión de la furgoneta bomba en la T-4, desde el primer instante "se reaccionó con serenidad e inmediatez y con la finalidad de reanudar en el menor tiempo posible el habitual funcionamiento del aeropuerto".

ENCARCELADO Por otra parte, el juez Fernando Grande-Marlaska ordenó prisión incondicional para Oier Amorrortu, Ajo , de 29 años, detenido el miércoles en Llodio (Alava) tras ser identificado como el autor de la colocación de un artefacto explosivo el pasado 5 de febrero en un cajero de la localidad alavesa. El artefacto no llegó a explotar, al ser desactivado por la Ertzaintza.