El rebrote de la violencia callejera que se ha producido en las últimas horas ha puesto a Batasuna contra la pared. El secretario general del PSE, Patxi López, acusó a la coalición de dirigir esta nueva vuelta a la violencia, y el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), dijo que los nuevos episodios de kale borroka son contradictorios con la decisión anunciada por Arnaldo Otegi de "sacar el conflicto de la calle".

Azkarraga advirtió a Batasuna de que si continúa manteniendo el "silencio" sobre los ataques contra las sedes de partidos, principalmente del PSE, EA "pensara muy mucho" qué grado de autenticidad existe en la apuesta de la coalición por las vías políticas y democráticas. El consejero recordó también que en 1998, después de que la banda terrorista ETA declarase la tregua indefinida, la violencia callejera se intensificó precisamente contra el PSE.

DIFICULTADES AL AVANCE Afirmó también que puede haber sectores "en uno y otro lado" que traten de dificultar cualquier avance. Además López avisó de nuevo a Batasuna -- ya lo hizo el pasado viernes-- de que si no denuncia los ataques "no habrá nadie" en Euskadi que piense que la coalición se ha movido en sus posiciones.

Tres sedes socialistas vizcaínas, las de Balmaseda, Amorebieta y Bermeo fueron pasto de pintadas durante la madrugada de ayer. Grupos de radicales se manifestaron a última hora del viernes ante las sedes socialistas de Romo, en Getxo, y Santutxu, en Bilbao, profiriendo gritos en contra del PSOE.

Además, grupos de jóvenes encapuchados actuaron en las tres capitales así como también en numerosos municipios vascos colocando barricadas y quemando contenedores de basura. Los incidentes de mayor intensidad se registraron en la localidad de Markina (Vizcaya) donde se lanzaron ataques contra el mobiliario urbano, entidades bancarias y la sede del PNV.