El himno se queda como está. La Marcha real no tendrá letra, por ahora, porque el Comité Olímpico Español (COE) ha frenado en seco y ha dejado aparcada la iniciativa que debía forzar a las Cortes a pulir el texto elegido entre las 7.000 propuestas presentadas. A cinco días de que Plácido Domingo la estrenara en Madrid, Alejandro Blanco, presidente del COE, anunció que la letra quedaba retirada y suspendida la gala en que iba a presentarse, "a la vista de que solo ha generado controversia y en muchos casos rechazo". Pese a las evidencias, negó haber recibido presiones políticas para dar un paso muy doloroso para él.

REQUISITOS "No cumple con dos requisitos indispensables: que una y que tenga consenso", dijo en rueda de prensa Blanco, convencido de los efectos perniciosos de la filtración del texto. "Si se hubiese conocido orquestada y cantada por Plácido las cosas hubieran sido distintas", añadió Blanco.

A la misma hora en que el dirigente deportivo comparecía ante los periodistas en Madrid, el artista lo hacía en Milán para confirmar que había sido una decisión compartida con el COE. "En este momento lo que no se quiere es provocar polémicas. Se trata de buscar una solución, no de crear problemas", dijo Domingo a propósito de la campaña electoral que se avecina. El tenor aseguró que estará encantado de cantar en el futuro una letra con la que la mayoría de los españoles se identifique.

Alejandro Blanco admitió su decepción, pero no quiso hacer responsable a los políticos. "No he visto críticas exacerbadas. En cualquier caso, los políticos están en su papel y lo respeto", afirmó, consciente de que las diferencias por la letra se hubiesen convertido "en un elemento más de la lucha electoral".

El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, que nunca vio clara la idea de promocionar una letra como la de Paulino Cubero, recibió la noticia con frialdad. "De la misma manera que respeté la iniciativa, respeto la decisión de retirarla. Tiene que haber un consenso social para encontrar un texto que una más que separe", apuntó.

El compositor Tomás Marco, uno de los seis miembros del jurado que hizo la elección, señaló que era "casi imposible" que la gente se pusiera de acuerdo.