La crisis económica y el acoso de los mercados a la deuda española pueden justificar que un Gobierno socialista gire a la derecha para evitar el naufragio. Pero no le dan patente de corso. Esa es una de las conclusiones destacadas del barómetro de invierno elaborado para los diarios de Grupo Zeta por el Gabinete de Estudios Sociales y Opinión Pública (GESOP), en el que se constata que los españoles encajan, con divisiones, la mayor parte de las medidas incluidas en el plan de choque presentado por José Luis Rodríguez Zapatero el pasado 1 de diciembre --el tercero en un año-- pero no perdonan que los más débiles vuelvan a pagar los platos rotos.

Una interpretación que se traduce en un rechazo del 69,1% de los encuestados a la eliminación del subsidio de 426 euros para los parados de larga duración. Según los análisis segmentados al detalle, los que más se oponen son los que tienen entre 45 y 59 años, los que tienen un nivel de estudios bajo, los residentes en Galicia y Canarias, y los votantes de IU y el PNV.

MANUAL IDEOLOGICO Ninguna otra de las propuestas que anunció Zapatero en el Congreso a inicios de este mes recibe una bofetada similar. Ni siquiera la privatización de la lotería y de la gestión de los aeropuertos de Barajas y de El Prat de Llobregat, una iniciativa que, con el manual ideológico en la mano, se contradice con los postulados socialdemócratas más ortodoxos. En este caso, el 40,2% de las 1.000 personas entrevistadas están a favor, frente a un 45,3% que se posiciona en contra.

Todo un aviso en referencia al castigo electoral que le puede costar a los socialistas otra medida hecha pública con posterioridad a este sondeo, después de que Zapatero confirmase el viernes pasado en Bruselas su determinación de ampliar la edad de la jubilación a los 67 años.

Otro de los datos significativos que arroja la encuesta es que la propuesta con una mejor acogida es la de reducir impuestos a las pequeñas y medianas empresas, que recibe el visto bueno del 86,3% de los cuestionados. Un porcentaje casi idéntico al que aprueba la reducción de los plazos, los costes y los obstáculos administrativos para fundar una nueva sociedad mercantil.

La decisión de regular las agencias privadas de colocación recibe también un aprobado mayoritario (54,9%), lo que supone un aviso más en referencia a la escasa confianza ciudadana en la capacidad de las administraciones de generar empleos directos. Y como muestra, otro botón, ya que el incremento de la plantilla de orientadores de los servicios públicos de ocupación motiva casi la misma aceptación (44,7%) que rechazo (44%).

Otra pregunta que genera división de opiniones es la de la idoneidad de un plan de rescate financiero de la Unión Europea, como ya ha pasado con Grecia e Irlanda, para salvar a España. Pese al escenario dramático que se crearía de hacerse realidad esa hipótesis, el 45,9% de los entrevistados aprobarían la operación, cinco puntos menos de los que piensan justo lo contrario.

PESIMISMO GENERAL El sondeo también refleja que ocho de cada 10 encuestados consideran que la situación económica es mala o muy mala. Una opinión generalizada y transversal que afecta por igual a todos los segmentos de población. Aun así, los más pesimistas son los que tienen entre 30 y 44 años (88,1%), los que tienen estudios universitarios, los residentes en Canarias --una de las comunidades más castigadas por la recesión y el paro--, los votantes del PP y UPD, y los abstencionistas.

En cuanto a las perspectivas de futuro, vuelve a reinar el pesimismo colectivo. El 75% de los españoles tienen poca o ninguna confianza en que la situación económica mejore en el 2011, lo que significa un crecimiento de cuatro puntos en referencia al anterior sondeo de mayo.

Al Gobierno de Zapatero solo le queda el consuelo de que la mayoría de los consultados valora la gestión de la Moncloa en la crisis de los controladores aéreos, que mantiene al país en estado de alarma.