TVE repitió anoche el despliegue tecnológico que utilizó en la anterior visita del presidente del Gobierno al espectacular plató de los estudios Buñuel: cámaras fijas y móviles captaron con todo detalle lo que allí pasaba, con inserción de planos aéreos y algún que otro trávelin circular... Predominó el azul, el corporativo de la casa y también el del traje oscuro de Rodríguez Zapatero, el azul claro de su camisa y hasta el de las rayas que cruzaban en diagonal su corbata roja... Tal vez un guiño a su conocida afición culé.

A veces el exceso de colorido --pantallas planas y paneles rojos, naranjas y blancos que se deslizaban horizontalmente-- despistaba un poco, pero ahí estaba Antonio Casado, el veterano realizador a cargo de la retransmisión, para volver a captar las manos, la mirada, el gesto de Zapatero. Y también algún bostezo que a más de uno de esos 100 ciudadanos se le escapó durante el programa.

Zapatero se acercó casi siempre al borde del suelo acharolado negro para responder a sus interlocutores, era una marca discreta que permitía el adecuado juego de las cámaras. A la derecha del líder socialista, Lorenzo Milá dio entrada a las intervenciones con agilidad y apelando a la rapidez, también a su invitado, a quien solicitó un "esfuerzo de síntesis". Algo difícil con ZP.

El presidente del Gobierno intentó poner en práctica sus dotes de seducción. Usó algunas veces el usted y otras, las más, un cercano tuteo. Pareció mucho más relajado que en su primera visita y no dio la sensación de que le afectaran ni las cámaras, pantallas y brillos. Y ante algunas preguntas a priori conflictivas (el tema de la vida del feto, planteado por el primer sacerdote que ha acudido a este espacio) no perdió la compostura y regateó en las respuestas. O se montó un rondo.

Tuvo ZP un ligero tropiezo, o cierta falta de tacto, al responder a Izaskun Buelta, una chica con síndrome de Down: le habló de porcentajes de ocupación de los discapacitados. La joven le pedía una respuesta sencilla a si habría más trabajo para ellos. Eso sí, acabado el programa, fue la primera persona a la que se acercó. Todo un gesto.