Los armadores de la flota atunera española, compuesta por 17 buques, ordenaron ayer a todos los patrones que faenan en el Indico que abandonen el caladero hasta que se garanticen unas condiciones de seguridad en la zona. Los armadores llevan meses exigiendo al Gobierno que permita el embarque de militares, medida que PSOE e IU rechazaron la semana pasada en el Congreso por ser "jurídicamente imposible".

Como alternativa a la embarcación de militares, el Ejecutivo acordó que los armadores puedan contratar vigilantes privados, a los que se permitirá llevar armas de fuego, y se comprometió a correr con parte de los gastos de la medida.