La suspensión de las funciones de Baltasar Garzón como responsable del Juzgado Central de Instrucción número 5, que dirigía desde 1988, deja un reguero de causas abiertas que estaba instruyendo el magistrado y que abarcan desde casos de corrupción urbanística, como la trama Pretoria, hasta las numerosas causas vinculadas al terrorismo etarra, sin dejar de lado los procesos vinculados a la justicia universal, como las torturas en la base estadounidense de Guantánamo. El legado de Garzón pasará, a partir del lunes y temporalmente, a manos del juez Santiago Pedraz, hasta ahora su sustituto natural en los periodos de vacaciones.

La última actividad de Garzón como juez de la Audiencia Nacional fue el interrogatorio al constructor Lluís Singla, uno de los imputados en el caso Pretoria por una presunta trama de corrupción urbanística en Cataluña en la que están implicados los exdirigentes de CiU Macià Alavedra y Lluís Prenafeta; el exalcalde socialista de Santa Coloma de Gramenet Bartomeu Muñoz, el exdiputado del PSC Luis García y otros 20 imputados más.

EL CHIVATAZO DEL FAISAN Uno de los asuntos más polémicos que tramitaba es la investigación de los supuestos autores de un chivatazo policial en el 2006 a personas investigadas como sospechosas de formar parte del aparato de extorsión de ETA. La Fiscalía solicita el archivo de esta causa. En un procedimiento separado del llamado caso Faisán, Garzón investigaba al exdirector general de la Policía Víctor García Hidalgo para averiguar por qué dos etarras detenidos en Francia en el 2007 tenían su número de teléfono.

El magistrado ha sido muy activo contra cualquier intento de rehacer los apoyos políticos a ETA. El pasado 10 de febrero comunicó al exportavoz de Batasuna Arnaldo Otegui y a otros ocho dirigentes de la izquierda aberzale, detenidos a finales del 2009, su procesamiento en la causa que investiga el proyecto Bateragune, con el que el movimiento proetarra pretendía crear, según el juez, "un referente político" que pudiera concurrir a las elecciones municipales y forales del 2011. Cinco de los detenidos siguen presos

En cuanto a los procesos vinculados a la justicia universal, el pasado enero, el juez se declaró competente para investigar posibles torturas en la base norteamericana de Guantánamo, tras admitir a trámite las querellas de varias asociaciones contra seis responsables jurídicos de la prisión por las presuntas torturas sufridas por cuatro prisioneros, uno de ellos de nacionalidad española.

En el mismo campo, Garzón investigaba desde octubre del 2007 crímenes cometidos en el Sáhara Occidental. En esta causa están imputados 13 altos cargos y funcionarios del régimen marroquí. También deja a su sucesor un procedimiento contra la familia de Augusto Pinochet para que indemnice a las víctimas del régimen.

LA MAFIA RUSA Otro caso que estaba en plena investigación es el que se refiere a la implantación de la mafia rusa en España, a partir de las detenciones de la operación Troika. Esta investigación persigue, entre otros, delitos de asociación ilícita, blanqueo de capitales y falsificación en documento mercantil.