El Rey sostuvo ayer que el cumplimiento de la Constitución asegura el equilibrio territorial del Estado en su "unidad y diversidad". En la celebración del 25º aniversario del nacimiento del Tribunal Constitucional, Juan Carlos pidió a sus miembros que acometan con prudencia la interpretación de la Carta Magna, favorezcan el desarrollo de los derechos y preserven su espíritu integrador y solidario.

En un discurso de gran calado, el Rey no pasó por alto que al alto tribunal le corresponde velar por la supremacía de la Constitución como norma jurídica fundamental del Estado. Así, precisó, deberá "asegurar que la acción de los poderes del Estado y las relaciones entre éstos se ajusten a la misma". A su juicio, todo ello será esencial para afrontar con éxito el futuro común.

Juan Carlos mostró su pleno apoyo a la labor realizada "con lealtad e independencia" por el Tribunal Constitucional durante un cuarto de siglo, y lo describió como "vértice insustituible de nuestro Estado de derecho."

En un mensaje a los más jóvenes, les invitó a apreciar el "incalculable valor de futuro" de la ley básica para que España siga progresando unida, en paz, democracia y libertad.

LEGITIMIDAD Por su parte, la presidenta del tribunal Constitucional, María Emilia Casas, planteó que las decisiones políticas, incluso las adoptadas mayoritariamente, no cuentan con legitimidad suficiente para contradecir las normas constitucionales. Es decir, los poderes públicos no pueden ir más allá de la Constitución y, además, el tribunal es el único "intérprete supremo" de la Carta Magna.