El Rey agradeció ayer al cuerpo diplomático acreditado en Madrid el «apoyo sin fisuras» que la comunidad internacional ha ofrecido a España ante la «grave crisis» en Cataluña, que «ha puesto a prueba» valores europeos y universales como «la concordia en la diversidad» y el «respeto a la democracia».

Felipe VI, acompañado por Letizia, ofreció la tercera recepción al cuerpo diplomático de su reinado, un acto solemne convocado en el Palacio Real con motivo del nuevo año al que han asistido el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, acompañado de su esposa.

En su intervención ante unos 300 invitados, Felipe advirtió además de que la UE afronta «una encrucijada decisiva» que requiere «un liderazgo fuerte», apostó por «la continuidad y la calidad de los valores e intereses compartidos» con EEUU y deseaó tener con Rusia «una relación constructiva», que permita un espacio euro-asiático basado «en la confianza y el respeto mutuo».

Sin citar expresamente a Venezuela, país ausente en esta recepción y con el que no hay en estos momentos representación recíproca de embajadores, el jefe del Estado puso de relieve que, en España, Europa y América son «espacios y proyectos compartidos» y «socios que hablan y se respetan, aunque a veces, coyunturalmente, opinen distinto».

Tras recordar que España es «un país abierto, plural y comprometido» que contribuye a «la seguridad colectiva», a la respuesta a grandes crisis, como las de refugiados y migrantes, y a «un mundo más equitativo y sostenible», el Monarca subrayó: «Somos, sobre todo, conscientes del valor de la democracia y del Estado de derecho».

En este punto, agradeció el apoyo internacional «sin fisuras» brindado a España ante «la más grave crisis que hemos debido afrontar en nuestra Historia reciente», una crisis que «ha puesto a prueba valores y principios que son no solo españoles, sino europeos y universales: el valor de la convivencia y la concordia en la diversidad y el del respeto a la democracia y el Estado de derecho».

«Por eso, los españoles somos entusiastas valedores del proyecto europeo», que se encuentra «en una encrucijada decisiva, ante la que se necesita una visión clara y un liderazgo fuerte», continuó, antes de señalar que, ante el reto más inmediato de la UE, el brexit, España desea «un acuerdo lo más ambicioso posible».

Como es tradicional, el nuncio del Vaticano, Renzo Fratini, ha pronunciado unas palabras en su calidad de decano del cuerpo diplomático, en las que, sin mencionar la palabra Cataluña, expresó su «complacencia» por la «unión» entre quienes conforman España, país al que definió como «una realidad a la que no se puede y no se debe renunciar».