Melilla "no podía esperar más tiempo" sin que los Reyes la visitaran. Con estas palabras, el Rey excusó una ausencia de 32 años, desde que fue investido jefe del Estado. Sin duda, los miles de melillenses que en la calle les habían dado una calurosa bienvenida ya habían perdonado la tardanza. "Melilla os quiere. Melilla os adora," repetían.

Con la visita de ayer, calcada de la realizada hacía 24 horas a Ceuta, la Corona ha completado su recorrido por todos los territorios de España, justo en un momento en que la percepción de su tarea es motivo de cierta controversia. Por su parte, el presidente de la ciudad autónoma de Melilla, Juan José Imbroda (PP), destacó que "aquí España se siente de una manera especial".

Sin citar ni la quema de fotos con la imagen de Juan Carlos y Sofía, ni la continuada campaña de desprestigio en la que se ha instalado la COPE, Imbroda explicó que, en su ciudad, habían dolido los comportamientos que intentan "manchar a la nación y a su máximo representante".

COMPROMISO CUMPLIDO Estas frases fueron jaleadas por quienes en la calle seguían a través de una gran pantalla el acto institucional, celebrado en la sede del Consejo de Gobierno. En el Salón Dorado, el Rey destacó que era su deseo realizar la visita, y aplaudió el espíritu de integración y convivencia de los melillenses. "Como Rey que se debe a todos los españoles, tenía contraído el compromiso de visitar Melilla junto con la Reina. Un compromiso al que se unía un profundo deseo", indicó.

Su presidente, Juan José Imbroda, hizo un discurso conciliador. Además de defender relaciones de buena vecindad, pidió que con Marruecos se entierren viejos tópicos y se fomente el mutuo respeto y la amistad, "para los que son nuestros amigos y tienen que seguir siéndolo cada día más", concluyó.

Al igual que en Ceuta, el Rey no citó a Marruecos y se limitó a una breve referencia a que España, como miembro de la UE, mantiene una política de buenas relaciones con todos sus vecinos.

Las medidas de seguridad desplegadas en este viaje de Estado han sido notables. Los geos y la policía nacional y local ocuparon literalmente la ciudad, que amaneció engalanada.

Ya desde por la mañana, los melillenses coreaban por las calles: "Que sepa todo el mundo que Melilla es española". De los 69.000 melillenses, el 50% son cristianos, y un 40%, musulmanes. El 10% restante lo forman judíos e hindús. "Somos culturas bien avenidas", comentó un acreditado periodista de origen rifeño, es decir bereber.

Después de un almuerzo con 300 invitados, los Reyes regresaron a Madrid.