La agonía de Gaza no fue ignorada en el viaje de los Reyes a Egipto. Tanto Juan Carlos en su encuentro con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, como el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, en las conversaciones con su homólogo, instaron a encontrar soluciones que pongan fin a la dramática situación de la franja costera palestina. Si el domingo fue Javier Solana, el alto representante de la política exterior europea, quien trasladó a Mubarak su preocupación, ayer fue el Rey el que insistió en la necesidad de garantizar los suministros para los ciudadanos de Gaza. Moratinos destacó que la interlocución egipcia con Hamás y los buenos oficios europeos ante Israel y la Autoridad Palestina deberían lograr la "normalización" de las fronteras entre Palestina y Egipto.

La política exterior española se marcó ayer un tanto. España y Egipto firmaron el Tratado de Amistad y Cooperación, con el que ambos países se comprometen a respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales. El texto incluye la aceptación de que "todos los derechos humanos son universales e indivisibles". Algo a destacar en un país en el que las leyes se inspiran en parte en la sharia.

El rigor de las fuerzas de seguridad de Egipto con la prensa de España deslució la visita del Rey. Ante las dificultades para desarrollar el trabajo, que incluyó la revisión de una compresa, los periodistas se plantaron.