Juan Carlos envió un saludo solidario a los jordanos porque su país, al igual que España, ha sufrido recientemente el zarpazo del terrorismo. En su breve discurso a la colectividad española, Juan Carlos esbozó esos lazos invisibles y dolorosos que unen a dos países que "han sido víctimas del horror y de la barbarie."

Si en España siguen abiertas las heridas del 11-M, Jordania llora aún los muertos del atentado a dos barcos estadounidenses en Aqaba y los de los ataques en hoteles de Ammán en el 2005.

La visita de los Reyes a Jordania, que comenzó ayer, busca reforzar el papel y la estabilidad del reino hachemí ante la situación de los países que le rodean: Siria, Arabia Saudí, Irak, Israel y Cisjordania. Su situación geoestratégica en una zona conflictiva le permite tener protagonismo.

El acuerdo de cooperación firmado ayer es una apuesta muy importante en favor del desarrollo económico del país. Se pretende que Jordania actúe como factor de pacificación en su entorno. Además de los siete millones de euros no reembolsables, que serán transferidos en dos años, España ha creado otra partida de cuatro millones de euros para microcréditos.

Los ministros de Exteriores de los dos países, Miguel Angel Moratinos y Abdulilá Jatib, suscribieron la Declaración de Ammán, que defiende la diversidad "como una prometedora oportunidad para fomentar el diálogo y la cooperación". En el texto se incluye el compromiso de defender la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones.