Tras una copiosa nevada, el rey Juan Carlos pudo visitar ayer a los científicos españoles que trabajan en la Antártida, en dos bases a las que el Monarca había intentado acudir en otras ocasiones sin éxito debido al mal tiempo. Ayer, con 11 horas de retraso, los investigadores españoles en la Patagonia le mostraron finalmente su labor.

Juan Carlos llegó en helicóptero a la base que lleva su nombre, en la isla Livingston, sobre las 10 de la mañana (14 horas en España). Recorrió las instalaciones, donde se hacen estudios de biología, sismología y meteorología, y escuchó los lamentos de los científicos por las malas condiciones de conservación de la base y la falta de medios. A las quejas, el Rey respondió que las comunicarán al Ministerio de Ciencia y Tecnología, cuyo titular, Juan Costa, estaba presente.

El Rey también visitó la base militar Gabriel de Castilla, en la isla Decepción, con lo que cumplió su deseo de verse con los 80 españoles que tres meses al año trabajan en la Antártida.

En la base chilena Eduardo Frei, en la isla Rey Jorge, el Monarca se despidió horas antes del presidente chileno, Ricardo Lagos, que le ha acompañado durante su visita al país.