Los reyes de España inician hoy una visita de Estado de tres días a Marruecos con la que se pretende sellar la reconciliación entre ambos países tras la profunda crisis bilateral que se vivió en los años 2001 y 2002, y abrir, al menos oficialmente, una etapa de estrecho entendimiento y cooperación. "Es una visita histórica", afirmó ayer gráficamente el embajador español en Marruecos, Luis Planas, en referencia al que será el segundo viaje de Estado de los reyes de España al reino alauí, tras el que realizaron en 1979.

Un responsable del Ministerio español de Exteriores, que ha participado en la preparación de la visita, sintetizó el significado del viaje: "Estuvimos enfadados y hasta ahora estábamos haciendo las paces; con esta visita real se escenificará el fin de la reconciliación y la apertura de una época de amistad plena".

CONTENIDO POLITICO Esas fuentes avanzaron que la visita "tendrá un marcado contenido político". Primero, porque con este viaje, el Monarca inaugura la misión que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero le ha asignado como primer embajador de España. También, porque servirá para verbalizar por boca del Rey el cambio de postura sobre el conflicto del Sáhara Occidental que ha adoptado el nuevo Gobierno español, favorable a las tesis marroquís.

"El rey comunicará a los marroquís el deseo de España de adoptar una neutralidad activa, es decir, de trabajar para que se llegue a una solución a este conflicto", señalaron esas fuentes, según las cuales, en sus discursos, el Monarca apostará porque se alcance "una solución política al conflicto que sea aceptada por ambas partes", es decir, Marruecos y el Frente Polisario.

GESTO SIN PRECEDENTES El Monarca español no mencionará ni el plan Baker II ni el referendo de autodeterminación, que eran el método que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó en junio del 2003 como solución del conflicto. Esa declaración de intenciones es justo lo que Marruecos quiere oír, pues rechaza de plano el plan Baker II, pues considera que puede conducir a la independencia del Sáhara.

Mohamed VI ha preparado a Juan Carlos I un recibimiento espectacular en Marraquech. En un gesto que el monarca marroquí nunca antes había tenido con ningún otro jefe de Estado. Mohamed VI, su esposa, Lala Salma, y todos sus hermanos se desplazarán al aeropuerto para recibir a pie de pista a los reyes de España, que llegará a las 11.30 de la mañana.

Marraquech ha sido engalanada para el recibimiento real. Todas las rotondas y avenidas están adornadas con banderas marroquís y españolas, y se han instalado decenas de jaimas (tiendas) para el público. Las autoridades han declarado hoy día festivo en la ciudad para que la población pueda salir a las calles y dé así una bienvenida multitudinaria a los visitantes.

TETUAN, DESCARTADA Los Reyes no viajaran finalmente a Tetuán, ciudad a la que debían desplazarse en el última día, después de pasar por Marraquech, Rabat y Tánger. Oficialmente, problemas de agenda no dejan tiempo para que el Rey vaya a Tetuán. Sin embargo, esa cancelación ha suscitado el fantasma de la desconfianza entre ambos países.