Madrid El mismo día en que los fotógrafos estrenaron la nueva ubicación que limita su trabajo en el hemiciclo del Congreso, la Mesa de la Cámara fue escenario de un breve pero tenso rifirrafe por las polémicas obras. El diputado del PP Ignacio Gil Lázaro se quejó de que la reforma se emprendiera sin consulta o discusión en la mesa, dado "el carácter simbólico" del recinto y las repercusiones para los profesionales. "Que conste en acta que no me siento corresponsable de la decisión", concluyó el diputado. "Para decir esto mejor se hubiera callado", replicó la vicepresidenta, Teresa Cunillera. Antes de que la riña fuera a más, el presidente José Bono la cortó y pasó al siguiente punto del orden del día.