Juan Antonio Roca, el presunto cerebro de la trama de corrupción de Marbella, no descarta solicitar su reincorporación a la plaza de asesor de Urbanismo que ocupa en el ayuntamiento de la ciudad, y de la que quedó suspendido al ser detenido. En sus primeras horas en libertad tras pagar la fianza de un millón de euros, acudió al juzgado para notificar su domicilio.

El principal implicado en el caso Malaya señaló que aún no ha decidido si volverá o no a su anterior trabajo: "Es una posibilidad porque se trata de un derecho que tengo", dijo. Roca tiene un contrato laboral fijo con la sociedad municipal Gerencia de Obras y un sueldo establecido en 9.000 euros mensuales.

Mientras, y seguido por un enjambre de periodistas, Julián Muñoz retornó a la cárcel, una vez terminado su primer permiso penitenciario.