Los hermanos Juan Carlos y Fernando Sánchez Lázaro, constructores cuya empresa de fotocopias paga la nómina de Ricardo Romero de Tejada, reconocieron ayer que le contrataron "por amistad personal" a fin de "otorgarle la cobertura precisa" para que en el futuro pueda cobrar la pensión de la Seguridad Social. Pero, en vez de beneficiar al cuestionado secretario general del PP de Madrid, la aclaración de los empresarios aún sembró más dudas sobre la legalidad de este contrato laboral.

Aunque en su comunicado los Sánchez Lázaro garantizaron que Romero de Tejada asesora a la empresa MIC a "plena conformidad", su versión y la del dirigente popular sugieren que han suscrito lo que la normativa laboral define como "contrato simulado". Para ajustarse a los requisitos de la Seguridad Social, Romero de Tejada debería cumplir la jornada completa --40 horas semanales-- que fija el convenio colectivo de artes gráficas, pero él mismo ha confesado que cobra 1.200 euros al mes por trabajar sólo "unas horillas de vez en cuando".

POSIBLE DELITO

Pese a estos indicios, ayer fuentes del Ministerio de Trabajo excluyeron investigar de oficio un posible delito de fraude a la Seguridad Social. Tampoco Modesto Nolla, portavoz del PSOE en la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid, prevé denunciar estos hechos para forzar una inspección laboral.

El PSOE sólo aprovechó la omisión de Romero de Tejada, que el martes ocultó su relación laboral con los Sánchez Lázaro, para exigir de nuevo al fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, que inste a la Fiscalía Anticorrupción a investigar la trama de Madrid. El líder de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, acusó a Romero de Tejada de estar "a sueldo de unos sinvergüenzas", en referencia a las denuncias por estafa que pesan sobre los Sánchez Lázaro. "Cada día es más evidente que la traición de Eduardo Tamayo y Teresa Sáez está relacionada con esta tupida red de chanchulleos urbanísticos del PP en Madrid", denunció Simancas.

Desde el PP, el diputado Gabriel Cisneros defendió a Romero de Tejada argumentando que sólo cometió una "equivocación", y volvió a denunciar la gravedad del "espionaje telefónico" sufrido por su partido.