El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha subrayado esta tarde que las lesiones que sufren los dos presuntos etarras detenidos ayer, Igor Portu y Martín Sarasola, son fruto del uso de la fuerza reglamentaria que tuvo que emplear la Guardia Civil, que cumplió "escrupulosamente" la legislación.Respecto a las lesiones de Portu, ingresado en el Hospital de Donostia con politraumatismos, una costilla rota y un neumotórax, el ministro ha insistido en que obedecen al forcejeo que fue necesario para proceder a la detención.Sin oponer resistenciaRubalcaba ha explicado que las detenciones se produjeron durante un dispositivo de control establecido por los Grupos de Acción Rural de la Guardia Civil, cuando los agentes requirieron la documentación de los dos presuntos etarras, que éstos facilitaron sin oponer resistencia.No obstante, cuando los agentes les pidieron mostrar el contenido de sus mochilas, huyeron y, en ese momento, según el ministro, los agentes les persiguieron, se abalanzaron sobre ellos y se produjo el forcejeo que provocó las lesiones."Existe una investigación en el juzgado con la que la Guardia Civil y este Ministerio van a colaborar estrechamente, porque no hay nadie más interesado en que se conozca la verdad de lo acontecido", ha indicado, antes de pedir "prudencia" al conjunto de fuerzas políticas por este caso.Revólveres robados en ranciaLos dos presuntos etarras llevaban en sus mochilas dos revólveres de los robados en un almacén de Francia, según Rubalcaba, así como munición.Las armas estaban envueltas en plástico, con restos que hacen suponer a la Guardia Civil que, o bien que los revólveres acababan de ser desenterrados de un zulo, o bien les habían sido entregados pocas horas antes.Según la versión de la Guardia Civil, que Rubalcaba ha echo suya, el juzgado correspondiente fue informado del uso de la fuerza que requirió la detención, y tras ella se procedió a realizar tres registros en los que intervinieron los propios detenidos.Por su propio pie"Los registros se realizaron delante de la comisión judicial, delante de más gente que ve a los presuntos etarras", ha señalado Rubalcaba, quien ha explicado que, además, los detenidos entraron al hospital para realizar el reconocimiento "por su propio pie" y "sin señas de desorientación".Además, Rubalcaba ha insistido en que los detenidos no se quejaron "en ningún momento" y que no hubo "nada" que pudiera hacer sospechar que tenían daños o lesiones "distintas a las que se corresponde con una detención como la descrita, con fuerza y forcejeos".La operación realizada ayer es la segunda que llevan a cabo los Grupos de Acción Rural de la Guardia Civil en el último mes, y que se saldó con la detención de Gorka Lupuañez Mintegi, arrestado hace hoy justo un mes en Berriz (Vizcaya).