El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo ayer, en RNE, que ETA "está pasando un mal momento" y que la peliculera fuga que proyectaba la banda iba a ser un "golpe psicológico".

No quiso el ministro pasar por alto la oportunidad de felicitar a la Guardia Civil por una investigación que calificó de "brillante" y que se aceleró tras el análisis de la documentación intervenida a Jurdan Martitegi, detenido el 18 de abril en Perpiñán. La memoria de USB que se le intervino y varios cederrones han sido una auténtica mina para la lucha antiterrorista. Allí constaba el plan, inédito en ETA, de acabar con el juez Baltasar Garzón haciéndole llegar una botella de coñac envenenado. También había claras referencias al plan de fuga en helicóptero que hicieron sospechar a los investigadores, y asegurar ayer a Rubalcaba que la evasión era una idea vigente que ETA quería materializar este verano. Una fuga que el titular de Interior calificó de "a la marsellesa", en relación a las mafias que la han utilizado con sus presos.

Tras comentar que el plan de fuga hasta Portugal explica ahora la presencia, hace poco, de un coche robado y ardiendo en Salamanca, Rubalcaba reconoció que la lucha contra el terrorismo "va bien, porque estamos muy encima", aunque ha reiterado que ETA mantiene la capacidad para seguir matando.