Al PP le puede acabar saliendo muy cara su estrategia de acoso y derribo contra el Sistema Integral de Interceptación de las Telecomunicaciones (Sitel), utilizado en las investigaciones policiales para realizar las escuchas telefónicas a los sospechosos. Alertados por las denuncias de ilegalidad del sistema lanzadas por los populares como cortina de humo para esconder los casos de corrupción que les acosan, los abogados de Batasuna estudian llevar ante el Tribunal de Derechos de Estrasburgo varias operaciones judiciales que les han afectado recientemente. Entre ellas, la última detención del dirigente de la izquierda aberzale, Arnaldo Otegi.

La iniciativa, desvelada ayer por el diario ABC, busca reclamar la nulidad de la captura por fundarse en pruebas logradas con escuchas efectuadas con el Sitel. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dio veracidad a las informaciones y culpó a los populares de la situación.

Rubalcaba no escondió su disgusto y aseguró que ya se "temía" la reacción de los abogados aberzales. "Es evidente que cuando alguien pone en tela de juicio el funcionamiento del Estado de derecho se arriesga a que los malos lo utilicen", recordó a los dirigentes del principal partido de la oposición. El ministro insistió en que en España se cumple "escrupulosamente" la ley. "No lo dice solo el Gobierno, sino también los jueces, la policía y el Tribunal Supremo, que ha fallado tres veces a favor del sistema", añadió. Por todo ello, el dirigente socialista quiso lanzar también un mensaje a Batasuna. "Si finalmente deciden acudir a los tribunales van a pinchar en hueso", les dijo.

TAXI PARA LOS TRIBUNALES Rubalcaba reclamó al PP que acuda a los tribunales si tiene una sola prueba de que el Sitel es ilegal y de que el Ejecutivo ha escuchado a alguien de la oposición sin autorización judicial. "Les pago el procurador y el taxi", ironizó, para señalar que las denuncias de los conservadores no se han concretado judicialmente porque todo se trata de "una mentira para intentar emborronar un caso de presunta corrupción que afecta a sus dirigentes", en alusión a la trama Gürtel.

El ministro se dirigió a los ciudadanos para resaltar que en España "a nadie se le escuchan las conversaciones telefónicas, salvo que el juez lo decida". También dijo que el Sitel es un sistema "más garantista" que el anterior, ya que se trabaja con un ordenador "inmanipulable".