A Alfredo Pérez Rubalcaba le bullían ayer los descalificativos para atacar a los dirigentes del PP que han acusado a Gobierno, fiscales, jueces y policías de perseguir y espiar al principal partido de la oposición. "Es la infamia más grave de la democracia", afirmó. Por ello, se empleó a fondo para desmontar una acusación vertida "sin pruebas" desde "una playa", como hizo la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, mientras su líder, Mariano Rajoy, "estaba de chiringuitos".

Para el ministro la escenografía de estas declaraciones es importante. A su juicio, el hecho de que fueran lanzadas desde una playa les resta credibilidad. En su opinión, este tipo de acusaciones exigen un "cierto formalismo". "Esto no puede ser", subrayó. Y añadió: "El disparate del verano lo ha cometido la señora Cospedal". Rubalcaba sostuvo que no se puede decir "la barbaridad del verano y luego irse a dar un chapuzón a la playa". En su opinión, si el PP tuviera pruebas, "iría corriendo a los tribunales".

TAPAR EL ´TITANIC´ Rubalcaba afirmó que el objetivo real del PP al hacer estas acusaciones es "tapar lo que está pasando". "Si lo que se tiene que tapar es muy grande, como el Titanic , tienes que decir una barbaridad muy grande", añadió.

También acusó a los conservadores de querer que el mundo vaya al revés. "Piden a los policías, a los jueces y a los fiscales que den explicaciones, pero no se las piden a los presuntos corruptos", recalcó. Y sostuvo que el partido que dirige Rajoy pretende "amedrentar al Estado de derecho", así como a los policías, jueces y fiscales que quizá tengan que investigarlos.

Recordó que el PP se apresuró el lunes a acusar al Gobierno de estar detrás del requerimiento judicial a la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para que aporte toda la documentación de la etapa de Rita Barberá al frente de esta entidad. Rubalcaba explicó que el Ejecutivo "ni persigue ni espía" a los populares. "Se está investigando a presuntos corruptos, que también existen en el PP como en cualquier otro partido", puntualizó. Y censuró a Rajoy por usar una falsa acusación para negar que dentro de esta fuerza haya corrupción. "Se intenta hacer creer que el Gobierno persigue al PP y eso no es cierto", agregó.

El ministro se fue creciendo a medida que respondía a los dirigentes del PP, a los que tildó de "irresponsables". "Han dicho tal cúmulo de disparates que alguna cosa hay que decir", añadió el dirigente. Y aclaró que el Gobierno ha callado hasta ayer para que Rajoy presentara pruebas o rectificara. El PP optó por "la ratificación" al apuntalar la tesis de De Cospedal.

DEBATE POLITICO "Seis días después de las declaraciones de Cospedal sin aportar pruebas, podemos concluir que es rotundamente falso, una infamia de las más graves que se pueden decir en democracia", apostilló. Pese a ello, aseguró que el Ejecutivo no se plantea denunciar a los dirigentes del PP por calumnias. "No soy partidario de ir a los tribunales", dijo. Y se inclinó por mantener el debate en el terreno político.