España y Marruecos fortalecerán la cooperación en la lucha contra las mafias de estupefacientes y la inmigración clandestina. Lo harán poniendo en marcha dos comisarías conjuntas que se instalarán en Algeciras y Tánger donde los agentes de ambas orillas trabajarán "mano a mano" para combatir el fenómeno de la inmigración ilegal y el narcotráfico. Un alto y estrecho grado de colaboración que hasta este momento España solo mantenía con Francia por las investigaciones que ambos países llevan a cabo en materia de terrorismo.

El acuerdo, alcanzado entre el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y su homólogo, Chakib Benmusa, y ratificado ayer es uno de los más importantes, ya que mejorará el intercambio de informaciones a uno y otro lado del Estrecho, donde la vigilancia policial ha aumentado tras las salidas de las últimas embarcaciones, que han causado auténticos dramas humanitarios.

LAS MADRES DE LOS BEBES Precisamente el ministro Rubalcaba se refirió a las pateras que la pasada semana llegaron a las costas andaluzas en las que murieron una treintena de subsaharianos. Nueve de ellos eran bebés. Estos sucesos fueron calificados por el ministro español de "insoportables" y "dolorosos", tras asegurar que el Gobierno español responderá ante este caso excepcional con sensibilidad: no serán repatriadas las madres que perdieron a sus bebés cuando intentaban tocar suelo español a bordo de barquillas, al entender Rubalcaba que "el Gobierno no puede ser insensible",

"No lo vamos a hacer, son madres que han perdido a sus hijos tratando de llegar a España para buscar una vida mejor", insistió. No obstante, recordó que la obligación de su Ejecutivo al igual que el resto de los mandatarios de la Unión Europea es aplicar y "cumplir" la ley. Para Rubalcaba, la mejor forma de luchar contra los flujos migratorios clandestinos es "ordenar bien la inmigración legal", por lo que elogió la relación con Marruecos para lograr ese objetivo.