El vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, han recibido hoy sus carteras de manos de María Teresa Fernández de la Vega con la promesa de trabajar duro para lograr la recuperación con reformas, austeridad y cohesión social.

"Lo vamos a dar todo y si es preciso, aunque sea un poco melodramático, moriremos en el intento", ha manifestado Jáuregui en el Palacio de La Moncloa antes de que Rubalcaba garantizara que "por trabajo no va a quedar": "Ojalá que al trabajo le acompañe el acierto", ha apostillado.

Tras prometer sus cargos ante el Rey en Zarzuela y en una sala atestada de compañeros de gabinete y de partido y trabajadores de Moncloa, Rubalcaba ha subrayado la importancia de la acción del Ejecutivo y ha garantizado que "a este Gobierno le quedan muchos días para mejorar la vida de los ciudadanos".

En este contexto, ha dejado claro que el nuevo Gobierno mantiene los objetivos del anterior, la recuperación económica y la creación de empleo, y ha advertido de que conseguirlos exige reformas, explicarlas a la sociedad que tiene que asumirlas para que funcionen, austeridad y cohesión social.

Esas serán sus señas de identidad junto al trabajo constante, por lo que ha advertido en tono de broma a los funcionarios, muchos de los cuales le recordaban de su anterior etapa en La Moncloa, que los horarios serán los mismos que antaño, aunque el teléfono dejará de sonar cuando haya partido de fútbol.

Rubalcaba no ha olvidado que continúa como ministro del Interior, gestión de la que se ha mostrado "satisfecho" porque "las cosas van razonablemente bien" en un área en la que, ha reconocido, siempre debe prevalecer la cautela.

Antes de él ha tomado la palabra Ramón Jáuregui, que ha prometido responder a la confianza del presidente del Gobierno con "lealtad y trabajo": "con todo lo que tengo y todo lo que sé", ha añadido.

Ha recordado que lleva fuera de las tareas de gobierno diez años (tiempo que ha pasado desde que fue vicelendakari) y que llega al Ejecutivo desde el Parlamento Europeo, pero se ha mostrado convencido de que con "dos tardes con Alfredo" y sus "lecciones magistrales" se pondrá al día.

PRESERVAR LA COHESIÓN SOCIAL

Jáuregui ha apostado por trabajar junto a Rubalcaba y el jefe de gabinete del presidente, José Enrique Serrano, como una "máquina bien engrasada".

"No podemos quedarnos quietos", ha subrayado el nuevo ministro de la Presidencia al destacar el momento histórico que vive Europa, en el que es necesario preservar la "difícil ecuación entre competitividad, sostenibilidad y cohesión social".

Con un discurso europeísta, ha recordado que los ciudadanos reclaman gobiernos que luchen contra la "codicia financiera" y eviten "expresiones de ultraderecha" que sufren países como Suecia u Holanda. Frente a ello, ha recordado que "la igualdad es la estrella polar de los socialistas".

Rubalcaba y Jáuregui han alabado la labor desempeñada en los últimos seis años por María Teresa Fernández de la Vega, quien ha escuchado sin tomar la palabra cómo sus sucesores elogiaban su dedicación y su gran capacidad de trabajo, muchas veces callado y silencioso.

El nuevo vicepresidente primero no ha querido olvidar su apuesta por la igualdad entre hombres y mujeres y le ha garantizado que pondrá en marcha los proyectos que le han quedado en cartera tal como ella los había diseñado. "Hay un antes y un después", ha manifestado Rubalcaba antes de afirmar que "nada será igual" y que lo conseguido por Fernández de la Vega es "irreversible".